Ayer

Hoy el cielo estuvo extraño, las nubes fueron incompletas y al atardecer se hizo una gamma de grices superpuestos al rojo del ocaso que pintaban un cuadro diferente en lo alto. Fue un día para evitar dos funerales de personas que no conocí, y no sé si realmente puedo creer en esto de acompañar en el dolor ajeno.

Soy una persona extraña, lo sé; nadie jamás tuvo que decirmelo para saberlo; y hoy caminando otra vez por calles que no pisaba hace demasiados años, los recuerdos me hablan de eso; del chico que solía ser cuando vivía aquí, de lo diferente que soy ahora...


Supongo que así será en algunos años, veré hacia atrás, regresaré por mis pasos sólo para asegurarme que soy diferente; porque no extraño ser la misma persona que fui en aquel entonces, claro que la vida me había golpeado menos, pero nunca viviré tranquilo en otro tiempo que no sea hoy... por más que duelan algunas cosas, por más que extrañe, que me cueste dormir mientras deseo no soñar escenas que otra vez me acerquen a todo aquello por lo cual vine aquí alejándome; incluso cuando yo nunca quice, y le rogué al cielo gris de Lima que no tuviera que hacerlo... Pero la vida es así, y sólo tengo una reacción, una desición frente a la situación que no se me permitió escoger... Recuerdo entonces a Savater en su libro Etica para Amador, libertad es escoger que hacer frente a estas situaciones; porque si pudieramos escoger que situaciones vivir, seríamos entonces, no libres, sino omnipotentes.

Yo no escogí estar así, imagino que sólo puedo seguir haciendo lo que sé mejor hacer... Regresar a mis sombras, a mi pueblo, por mis pasos para recordar otra vez que nunca le temí al no estar feliz.

Ayer, es un hoy que duele menos.

No hay comentarios: