Tiempo

Hace unos días desperté sin ese sentimiento de incomodidad que normalmente me invade cuando te extraño, como si en aquel día sin importancia yo hubiera podido sonreirte sin sentirme hipócrita y hubiera podido pasar la tarde fría a tu lado en algún café hablando de cualquier cosa; después de todo, siempre disfruté de nuestras conversaciones, hoy es otro día.

De todas las explicaciones en la ciencia, desde los protones a las estrellas, siempre me ha resultado de lo más difícil hacerme un concepto claro del tiempo; como si estuviera atrapado en un vórtex de saltos cuánticos derrepente paso de una época a otra y ni siquiera puedo hacer un recuento de cómo he llegado a este punto. Muchas cosas han ocurrido en mi vida, y las etapas cada vez más lejanas son sólo un recuerdo. No dejo de pensar en un futuro no muy lejano donde todo esto que soy ahora sólo sea una página más en la corta historia de mi vida.

Un salto más tarde.

Extrañarte es sólo un manifiesto de soledad; una etapa a ser vivida através de una ulcera en formación, de más cigarrillos en la creación de un cáncer ocupacional, el taladro del dentista que remueve una carie. Un engaño.