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Y esas ganas de decirle hola a la respuesta del silencio.
¡No!, aún no es el momento de escucharla reír
Me dicen las voces de la que era mi razón.
Al menos dejen que saboree del susurro de su aliento
Que me atavié la conciencia de sus despertares aunque sea solo un segundo
O malditas voces que dejaron de ser razón
Devolverme los pasos, sus pasos, la suavidad de sus manos
El sudor de su cuerpo y sus gemidos
¡No! No debería estar pensando en ello
¡Maldito ser lascivo apágate y entrégame a Morfeo!
Llévame al rincón de su lecho a pernoctar y desaparecer en los albores
La amo me grita el órgano que funge de corazón
Que sea así hasta que se apague mi alma.

Apreciaciones 1.

Caminar, ver, oler, tropezar, sudar, embriagarse de cansancio y al final del trayecto llegar a casa y ser recibido grácilmente por el perro ajeno del que ahora es mi hogar. Al final resulto ser un buen día que aún no termina ¡Qué ganas de tirarme a la cama y cerrar los ojos para dejar de pensar en obviedades y conjeturas que a estas alturas resultan innecesarias a mi causa!

Salir a romper las calles y aplastarse con la muchedumbre es algo nuevo. Es delirante las ganas con la que empiezas a repartir papeles que son un resumen de tu vida en la que obvias aspectos que a nadie le interesa. Abrazas al monstruo por necesidad y sobarle el culo al final resulta ser una práctica continua, embarrarse de su mierda y ganar sus favores eso es lo que quiero. Ser usado y usar sus favores es el objetivo primordial para lograr un fin.