RUTINA DE UN DIA PASADO (12 de Dic. 2007)


PREVIOS.
Bueno lo que a continuación comparto con ustedes (no se cuantos), es algo que no me anime a publicar por razones que hasta yo desconozco, no espero que les guste. Es algo que paso.. ahora no tengo palabras porque estoy bloqueado, jajaja..



Al final del día volveré a sucumbir por la música de Orfeo, dormiré, no eternamente aun así quisiera, y te veré mas allá de mis locuras. Instantes y bellos momentos que mantendrán mi ser en momentos de sobriedad.

Y al despertar el día será largo y agotador. Transcurrirá viendo distintos rostros, voces; rodeado de alegrías ajenas a mi, que tratare de hacer mías tan solo un momento, y así amilanar mi tristeza. Fingiré que escucho a todos, les prestare mi hombro si quieren llorar. Saldré con la poca gente que me considera “divertido” y actuare de bufón, nadie debe contagiarse de esta miseria; tan dañina, tan fría, tan mía..

El tiempo es lo de menos si se trata de diversión me dicen por ahí, a mi me resulta largo y fastidioso. Me alejo de ese ambiente frívolo y aburrido, para esperar verte al final del día y esta ves te cantare la canción que hice para ti; no será la canción mas feliz del mundo pero expresa cuan fregada es la vida en tu ausencia. Y al final te pediré perdón y me ocultare entre los cristales, como un niño tímido. No me dirás nada y te marcharas.

Yo me acurrucare en el vacío que dejaste, me lamentare de lo frío que fui cuando te tuve, de negarme a decirte palabras bonitas por creerlas cursis y ñoñas, de no comprar rosas ni peluches por creerlos inútiles.

La noche llega a su fin, y la luz se desvanece como lo hace mi alma. El cuerpo se mueve cual maquina programada… mientras sigo recordando ese último instante en el que mutilaste lo poco y casi nada que me mantenía vivo. Adiós!

Otro Domingo más

Un domingo más contemplando las infinitas respuestas de una ecuación que es tan simple y tan complicada al mismo tiempo. Cada respuesta lleva a más de una nueva pregunta, y cada pregunta a más de una respuesta y así sigue el círculo vicioso expansivo de la vida, tanto así que las probabilidades de cómo uno la maneja se vuelven verdaderamente interminables.

Un puchito sobre el cenicero, quemándose, no le queda otra mas que apagarse, y ni él puede hacer eso por su propia cuenta, es una marioneta del destino la cual es puesta por el fumador. ¿Cuándo apagarlo? ¿Cuándo prenderlo? ¿Cuándo tomar una pitada? No tiene control alguno sobre su sino, sobre su nacimiento o muerte, ¡qué vida más triste! Qué bien que nosotros no estamos puestos de tal forma, ¿o sí? Podría decirse que nosotros escogemos nuestros destinos, nosotros podemos decidir cuándo, cómo, qué, dónde hacer tal cosa u otra, sin embargo también entra a la ecuación el qué nos hace decidir tal cosa u otra. La bioquímica y la disposición de los miles de millones de nervios en nuestro cerebro dan infinitas posibilidades, la cantidad de serotonina, GABA, noradrenalina, etc. Si un nervio se conecta a este o el otro, todo eso, múltiples conexiones entre todos hacen que uno asuma que cualquiera de las conexiones puede darse, sin embargo, ¿por qué fibra se transmite cada impulso? ¿Eso lo escoge uno? ¿O nuestras experiencias pasadas deciden por nosotros? Ya que cada una de nuestras experiencias y vivencias influye en nuestra respuesta a diferentes situaciones, tanto así, que podemos ser predecibles para otras personas, aunque nosotros pensemos que nadie pueda saber de antemano lo que estamos pensando.

Una pitadita, ¿ven? Uno decide cuando dar una. Sin embargo, ¿qué hace que uno decida dar una? ¿Nuestras experiencias serán suficientes? Digo esto porque la semana pasada comenté que la iba a invitar a tomar un café, pero esto no se dio. ¿Por qué no se dio? Varios factores, variables, las cuales nos hacen pensar que nosotros de verdad no tenemos control sobre nuestros destinos, ya que nosotros no somos los únicos en este mundo, siempre hay otros que pueden ayudarnos o hacernos la vida más difícil. Yo, mis amigos, algunos ayudan, otros no, cosas que suceden supuestamente imprevistas. Salgo a comer con ellos, podía no comer demasiado, sin embargo, el hecho del precio hace pensar que uno debería consumir lo que ha pagado, pero para otros no, el dinero podría importar menos o más, uno podría terminar completamente cansado y con sueño o activo, con energía para continuar. El hecho de pasar más tiempo con ellos, en una casa o afuera hace que tenga menos tiempo para invitarla y salir con ella. Ella, puede que esté estudiando, haya salido con sus amigas, la familia, hace todo un poco más difícil. También puede ser que ayuden, amigos también dan consejos, averiguan, te dicen que es lo mejor para hacer en ciertos casos. A todo esto, se escapa la parte más importante, que soy YO el que tiene que invitarla, soy YO el que tiene que dar el siguiente paso. Sin embargo, a todo esto, siempre puedo decir que no, que me voy a mi casa, que estoy cansado, y la llamo y la invito a salir. Las experiencias dictan si voy a hacer eso o no, ¿o será una decisión mía respecto a cómo hacer mi propio destino?

Otra pitada. Sigo pensando, contemplando las infinitas posibilidades, cuál de ellas escoger y cómo se desenvolverán las acciones siguientes respecto a mi decisión. ¿Me dirá que sí? ¿Que no? ¿Estará ocupada? ¿Estará libre? Si está ocupada, ¿hará tiempo para mi? Si está libre, ¿dirá que mejor no para no exponerse? ¿Lograré convencerla si dice que no? ¿Cómo me irá si dice que sí? De verdad, las posibilidades son infinitas, sólo hay una forma de averiguarlo.

Se termina el cigarrillo, no tenía opción el pobre, su vida ya terminó, su propósito se llevó a cabo, ya no le queda razón de ser. Esperemos que mis posibilidades no terminen como él, apagadas en un fondo blanco y negro de cenizas, quemados a más no poder, sin vida, una luz que desaparece lentamente con el tiempo hasta que termina descansando en paz en el cenicero que son mis arrepentimientos. Bueno, mañana será lunes otra vez, este ciclo de preguntas y respuestas continuará, lo bueno es que siempre existe la gran respuesta: “sí” o “no” que elimina y destierra todas las otras respuestas, espero que llegue temprano, espero que sea favorable, espero estar seguro de qué cuernos es lo que estoy haciendo, pero sobre todo, espero ser feliz con la respuesta que me de, sea cual sea.

Venezia

Algo tarde... mucho más grande, inmenso, que se escapa dando saltos de mis manos...

Venezia es caminar entre colores desgastados que no pierden su belleza, que se alimentan de la humedad del verde moviéndose entre sus pies.

Venezia son bomberos que van al agua por el agua.

Es detenerse en cada esquina porque cientos de ojitos de vidrio están atentos esperando una mirada, para regalarle un cuento.

Es perderse por un “Caminito” acuático y desear que tu ciudad supiera jugar tan bien con los colores.

Venezia fue niebla de mañana y luna llena y roja de noche.

Es un encuentro feliz entre dos mujeres en medio de una plaza llena de niños.

Venezia son sus góndolas, tanto en mis fotos como en el gesto seductor de sus gondoleros.

Es cruzar un puente y llegar a un “campo” con un pozo infinito en el centro. Y cada campo lleva a una iglesia pequeñita, y luego a otro puente.

Venezia es toparse a cada minuto con personas que estudian un mapa, porque es fácil perderse y divertido hacer equilibrio con la sábana de flechitas y marquitas que regalan en cada hostal.

Y cuando dos llegan a un callejón sin salida o a un canal solitario, se dan un beso, sonríen, dan la vuelta y echan a andar.

Venezia sin ti son ganas de Venezia contigo.

dibuja

dibuja con el sudor de tus manos sobre mi espalda
las calles de los pueblos que has andado
para acompañarte hoy, lo que no hemos caminado

regrésame por los canales de venezia,
para darte el beso de la vuelta de la esquina
ese que no pude darte, por cuestión de geografía.

subamos mezquitas, visitemos Toledo
hagámos de esta la cruzada más santa
y regresa,
viviendo mientras cuentas
viviendo mientras te oigo...

escríbeme de nosotros,
de las burbujas que saben mejor cuando
al final encuentro tu boca,
de ser felices
de vivir porque simplemente provoca

Un domingo no tan cualquiera

Vaya… otro domingo. Al igual que el pasado, pero con un toque diferente. ¿Será optimismo? ¿Serán falsas esperanzas? ¿Serán verdaderas? Uno se entera normalmente cuando es demasiado tarde. Sin embargo, da lo mismo ya que importa un comino qué esperanzas tienes, ya que igual ser verán destruidas o aceptadas.

El cigarrillo se prende, estos momentos de meditación son muy agradables. La primera pitada, ¡qué rico! Es ahí que uno empieza a pensar, usar la lógica para cuestiones en las que esta no se aplica. Probablemente sea que uno quiere darle razón a algo que no puede comprender. Tal vez es que uno quiere encontrarle un patrón para así poder predecir lo que ocurrirá. O simplemente no tiene algo mejor que hacer un domingo solitario solo en casa.

El cigarrillo se va consumiendo con cada pitada que se le da. Los pensamientos esta semana son confusos. ¿Estará mandando mensajes? ¿Será que ella simplemente es así? ¿Será posible? ¿O será que me estoy engañando? Ya lo dije, uno se entera demasiado tarde. La mente se calma con este último pensamiento, se ve tranquila, apaciguada, aplacada, ya que si uno igual se entera después, para tal caso, ¿por qué no continuar y ver qué pasa? Las repercusiones… maldita sea, uno siempre tiene que tomar en cuenta las repercusiones. ¿Cómo será después? ¿Funcionará? ¿y si no, qué pasa si no funciona? Esta pregunta es la peor que uno se puede hacer. Empieza a pensar en lo peor, empieza a pensar que nunca podrá ocurrir. Ya bastantes cojones requiere uno para intentarlo la primera vez y cuando no funciona, lo siento pero, esos cojones ya no existen a menos que uno tenga la confianza y autoestima bien alta. Ahí nomás todo se fue al tacho. Todo se fue, se esfumó. ¿Dónde están esas esperanzas? Tiradas por ahí. ¿Dónde está ese optimismo? Creo que lo dejé en el jardín. ¿Y tu autoestima y confianza? Lo siento, pero no sé de qué me está hablando. Caso perdido…

Un par de pitadas más y dejará de existir. Uno deja que la nicotina recorra las venas y lo tranquilice. Igual todo es posible, ¿no? Sí. Lo es. De todas maneras. Solamente depende de cómo manejes las cosas. Si las manejas bien, excelente, todo puede pasar. Las manejas mal… ciao. Entonces, la pregunta que uno debe hacerse es, ¿cómo las manejas? Eso depende de si uno conoce el tema, mientras más a fondo, mejor. Si uno no tiene la menor idea, bueno, termina siendo igual que en póquer, o te lanzas, o no, dependiendo de qué cartas tienes en la mano. Conocer bien el tema es como tener un flush, mientras que no conocerlo es tener un par, tal vez dos pares. Ahí a ver que el otro no tenga algo mejor que tú. Tienes que ver cuanto quieres apostar, ¿hay mucho que perder? Si lo hay, más vale que tengas algo bueno o que sepas bluffear y sepas hacerlo bien. Si te estás lanzando con un par y no sabes engañar al otro, estás frito a menos que tenga nada, y para eso hay que rezar. A veces uno simplemente tiene que irse antes de perder demasiado. ¿Y si tienes todas las de ganar? Bueno, ¡lánzate! ¿Qué cuernos estás esperando?

El cigarrillo se termina de consumir. Mañana será otro día. A ver qué pasa cuando la invite a tomar un café. A ver si mi mano es tan buena como la suya, o mejor. Si no, a rezar que tenga más oportunidades para recuperar lo que perdí.

Variables, variables y más variables

Hola gente, soy el "viajero de paso" de Toshio y por fin decidí integrarme. Hace bastante que escribo algunas cosas y me parece que la Estación Perdida es un buen lugar para publicar mis futuros artículos. Muchas gracias a todos por leer mis artículos anteriores, espero que les haya gustado y que les siga gustando los que . Aquí va otro:

La veo caminando, la veo sentada, la veo riendo, la veo triste, la veo feliz, la veo deprimida, la veo aquí, la veo allá, desde el hospital hasta el gimnasio, hasta en mi carro cuando vamos hacia allá. La quiero, y la mismo tiempo se que no funcionará. Esto lo sé por simple lógica, sentido común, experiencia. Espero el día en que se cumplan mis sueños, deseos y anhelos, a pesar que sé que no lo harán, sea por incapacidad, por destino, o simple karma. ¡Vaya falsa esperanza...!

¿Cómo hacer que el supuesto destino que te imaginas cambie por completo? Tendría que haber un cambio de variable, mi personalidad, su personalidad, cambios en formas de ser, en rutinas, incluso en el momento. Cambias una de estas y todo el panorama cambia. De un poco mayores, probablemente seamos más maduros, las condiciones en general serían distintas. Cambia mi personalidad, y tal vez sea un poco más como ella o un poco menos. Cambia en donde estudiamos y puede que haya máspara explorar y más interés. Tal como una operación matemática, una fórmula o algo así, cambia una variable, cambia el resultado. Lamentablemente, las variables son constantes en este caso, no hay forma de cambiar una de ellas.

Suena a que me he dado por vencido, y la verdad es que sí, me rendí. Peor aún, me rendí hace bastante tiempo. Tragedias ocasionadas por mujeres que me querían, mujeres que no, mujeres que ni siquiera sabían que yo existía, un par de buenos golpes al ego de uno pueden provocar la muerte de esperanza.

Continuaría este artículo con un lamento a como puedo hacer para conquistarla, como puedo hacer para cambiar las variables y que todo esto sea posible, pero sería un gran pérdida de su tiempo y el mío, ya que, ¿de qué sirve mencionar algo que ya se sabe, es conocido por todos y estamos hasta cierto punto, hartos de escuchar en todas las telenovelas, series, dramas, películas y otros? De nada sirve, y para resumir,la única diferencia es que a ellos sí les sale, a nosotros aquí en la vida real...no.

Viajero de paso II

Un domingo cualquiera
(por Raz)

Los aros de humo se disipan mientras estoy echado en mi cama, los pensamientos fluyen y las lágrimas empiezan a caer. Bueno, siento que caen, sin embargo, no salen. La incapacidad de llorar es insoportable, los momentos de un domingo aburrido y solitario llenan cada fin de semana con una depresión agobiante sin intención de estudiar, salir, disfrutar de la vida. En ese momento me pregunto ¿qué vida tengo para disfrutar? Tengo mi familia, que se siente unida, pero al mismo tiempo separada de mí, ya que no converso de verdad con ellos. Supongo que creen que todo va bien conmigo. Tengo mis amigos, pero todos están felices en sus casas, haciendo lo que tienen que hacer, sea revisando algún libro, pasándolas con su familia o con sus enamorados o enamoradas. Yo sigo sólo, mi padre trabajando, mi madre durmiendo, mi hermana estudiando con su enamorado, todo tan desunido en un día que se supone que se pasa unido. Mi cuarto es mi fortaleza personal, nadie entra y nadie sale, permanezco solo con mi soledad, la única compañera que tengo en esos días.

El cigarrillo se va terminando, los pensamientos siguen fluyendo. Veo todos los días mis amigos con sus parejas, veo lo felices que son, si no lo están, no lo muestran, todos hacemos lo mismo, incluso yo. Al igual que en las guerras, ponemos una muralla, un fuerte, trincheras, nuestros mejores soldados para evitar que el enemigo haga un brecha y traspase. La diferencia yace en que incluso a nuestros amigos no los dejamos pasar. Sea falta de confianza, sea falta de interés. Fulano con fulana, mengano con mengana. Algunos en un bar, otros en una discoteca, algunos en la casa de uno de ellos, a veces en el parque, recorriendo las calles o en un restaurante. Todos mirándose a los ojos, fijamente. Se nota que se aman, que se quieren, que se adoran. Lo demuestran en formas cada vez más creativas, novedosas. ¡Qué envidia! Tanto que empiezo a odiarlos, el desprecio recorre mis venas hasta dejarme frío al tacto, aniquilo todo sentimiento de mi mente de amor y cariño hasta quedarme vacío, ya que es la única forma que logro mantener un equilibrio que tal vez me permita seguir adelante, y ese “tal vez” es bastante grande. A veces se logra, a veces no. Cuando eso no pasa, termino en el estado en el que estoy ahora.

Apago el cigarrillo porque ya se consumió. La nicotina recorre mi sangre y yo sigo echado tratando de disfrutar el efecto. Si lo logro, excelente, si no, qué pena. Me pregunto por qué sigo fumando. ¿Porque me gusta el sabor? En parte. ¿Porque soy adicto? Probablemente. ¿Tengo alguna razón para seguir fumando? La verdad no, sin embargo lo hago. Mis amigos más cercanos me dicen que deje, pero no me dan ganas. Es más fácil sucumbir a la tentación que tratar de dejarla. No logro formular una razón concreta en mi mente para dejar. He llegado a tal punto que no me importa lo que le hago a mi cuerpo. ¿Las células de mi pulmón se están muriendo? Lo siento mucho…¿Me moriré de cáncer de pulmón? ¿de lengua? ¿de garganta? Así es la vida… Tal vez simplemente siento que necesito a alguien que me dé una razón para vivir. Cosa que no tengo. Estoy estudiando, ¿y para qué? ¿Tengo a alguien para mantener con mi trabajo? No. ¿Hay vidas que puedo salvar? Probablemente, pero siento que no me importa en este momento. ¿Quiero salir adelante? No veo porqué hacerlo, si yo no me importo, y no tengo a alguien que me importe que esté en mi vida, bueno… díganme qué razón tengo para hacerlo. En serio, ¡díganme! ¡Porque a mi de verdad me gustaría saberlo! Siento que estoy solo en este mundo, con nadie que me apoye ni esté a mi lado.

Me quedo dormido, las cenizas del cigarrillo se van apagando, el cuarto se vuelve oscuro. Bueno, mañana es lunes, por lo menos tendré algo que hacer.

la vie en rose

Flotaba Edith Piaf, esta vez en la pantalla grande, terrible vida, hermosa voz. Y una historia que vale la pena verla en el cine, una película un poco desordenada en su línea de tiempo, pero con un propósito de final que mejor no cuento. Una actriz que se lleva mi admiración y esta vez no por estar buenota, ya que aunque estaba familiarizado con su vida trágica, no estaba preparado para verla sufrir (al personaje claro).

Flotaba Edith Piaf en el aire, cantando una canción cuyo nombre, lastimosamente, no puedo repetir porque de francés sé un zapallo; fue entonces cuando tu mano tomó mi mano, tan naturalmente que fué como si ya se hubieran presentado antes incluso sin avisarnos y entonces... ZaZ! fibrilación auricular o quizá taquicardia atrioventricular... aunque fuera sólo un instante.

De cuando en cuando, suceden cosas que nos recuerdan que estamos vivos; sin duda, una película recomendada para recordar, aunque lo ideal sería recordar a Edith como tal, no como un personaje de pelicula.

Ce la vie... (repito, de francés sé un zapallo...)

El verano, la luz y otra canción

Hace un tiempo, he sentido que las cosas empiezan a ser claras otra vez, el calor del verano ha dejado de ser insoportable, y aunque sigue siendo incómodo, como otras cosas he terminado por aceptarlo tal y como es.

La luz excesiva que entra por mi ventana por las tardes, ha dejado de molestar, y he aprendido en estos ultimos meses que las canciones son tristes o alegres dependiendo del oído que las escuche. Para tal caso, y esa es también la razón por la cual no escribía hace tiempo, he aceptado que la vida no es como uno la planea, sino la vida es lo que sucede mientras se están haciendo planes y me he tomado el tiempo suficiente para aclarar todo esto.

Todo lo que ha sucedido, como si estuviera movido por un extraño hilo mágico, es pues, la complejidad de la vida y el movimiento eterno que nunca se detiene; el que sea bueno o malo, al final depende de quién lo observe y en mi caso personal, he decidio verlo como si fuera lo mejor que me podido suceder, vivir lo que he vivido sin excepciones hasta hoy.

Mil veces diré que he sufrido, pero mil veces más que ésas diré que he sido feliz; me molesta haber perdido la cercanía con una persona interesante, pero me alegra al mismo tiempo haber encontrado (y re encontrado) a muchas personas que estuvieron lejos, hasta ahora. (y debo reconocer que también me alegra, paradójicamente, haber perdido ese lazo)

Y por fin me encuentro volviendo a ser yo mismo, reencontrarme con ese personaje que he ido dejando de lado y reencontrar otra vez el: " a la mierda todo esto" que siempre me ha caracterizado. La verdad, no vale la pena pelear por alguien que tampoco pelearía por ti y punto. Así que al demonio la vida, antes que la vida me mande al demonio a mi (porque de seguro, si sigo como ahora terminaré en el quinto infierno, claro si creyera en éste...) Y empezar otra vez con ese rollo inmenso de "quiero que mi espíritu sea como el agua" que algún día me daré el tiempo de explicar.

Otra vez en el camino, y como dice esta canción bravaza (Tank!-Seatbelts) 3, 2, 1... Let`s Jam!