Ciudad de lluvia
Canción bonita
Coralie Clément Lyrics
Je n'osais pas te le dire
Encore moins te l'écrire
J'attendais le moment
opportun, important
Je ne savais pas comment faire
Oh ! Mon dieu quel enfer
Et par où commencer
C'est la timidité
Je ne savais rien de la vie
Ni de la dernière pluie
Près d'un petit ruisseau
De la vie en duo
Oui mais j'ai du me résoudre
A faire parler la poudre
A passer le turbo
Un soir au bord de l'eau
Ca valait la peine
C'est sûr
Ca en valait la peine
Ca valait la peine
C'est sûr
De te dire que je t'aime
Je n'avais pas de raison
De me priver
De ton beau regard azuré
Si longtemps désiré
Je n'avais pas l'intention
De sortir les violons
Mais avant le refrain
D'arriver à mes fins.
Je n'ai pas envisagé
Les remords, les regrets
J'apprécie mon bonheur
Dans la maison en fleurs
Et je n'ai pas regretté
D'avoir osé oser
Près du pont Mirabeau
Un soir au bord de l'eau
Ca valait la peine
C'est sûr
Ca en valait la peine
Ca valait la peine
C'est sûr
De te dire que je t'aime
Eso valía la pena
No me atrevía a no decírtelo
escribírtelo menos
Esperaba el momento
Conveniente, importante
No sabía cómo hacer
¡Oh! Mi Dios qué infierno
Y por dónde comenzar
Es la timidez
No sabía nada de la vida
Ni de la última lluvia
Cerca de un pequeño arroyo
De la vida en duo
Sí pero tengo que solucionarme
Hacer hablar lo empolvado
A pasar el turbo
Una noche a bordo del agua
Eso valía la pena
Es seguro
Eso valía la pena
Eso valía la pena
Es seguro
Decir que te amo
No tenía razón
Privarme
De tu bella mirada azulada
Si mucho tiempo deseé
No tenía la intención
De sacar los violines
Pero antes del estribillo
Llegar a mi final
No previ
Los remordimientos, los pesares
Aprecio mi felicidad
En la casa en flores
Y no lamenté
Haber atrevido a atreverme
Cerca del puente Mirabeau
Una noche a bordo del agua
Eso valía la pena
Es seguro
Eso valía la pena
Eso valía la pena
Es seguro
Decir que te amo
Corazón coraza -Mario Benedetti
Venezia
Saber Restar
Llega mi bus, él apresura la resta y a sus deditos contando,
- Quédate con el resto
Se aleja saltando...
He dejado pasar al bus,
¿cómo un niño de dos años sabe como restar? Tengo grabada una escena sin respuestas.
a sus ojitos de sabio, sus ojitos de no saber, cómo un niño de dos años sabe restar.
He regresado caminando a casa con un caramelo apretado en mis manos...
dicen que las personas ya no son las de antes...
Los amigos estan contados y la gente buena escasea,
y me niego a creerlo,
lo peor es que dicen que soy tonta o muy confiada.
Yo aún creo y confio en las palabras, en las verdades de boca,
sin respaldos, ni garantias.
Yo aún creo en los versos de momento y premeditados.
No creo en los daños a terceros, ni segundos,
confio en los cambios de animo de minuto,
Creo en los besos del momento y las ilusiones pasajeras.
A pesar de todo, confio en los te quiero, y en la inocencia de algunos,
pero a veces pienso que soy muy imbecil o muy confiada.
No creo en las burlas, pero si en las sonrisas,
Confio en los pacifistas, en los guerrilleros y hasta en los conformistas, Pero dicen que las personas ya no son como antes...Que no debo andar ayudando a "todo el mundo"
que la gente aprovecha cualquier instante
para clavar banderas de derrota sobre mi cabeza,
y yo que nisiquiera se como no perdonar...
A veces me hacen pensar que soy muy imbecil o muy confiada
y sin orden de llegada, facilmente las dos cosas.
ESTRADO PAVIMENTADO
Valiendo la inmovilidad obligada que genera el semáforo en luz verde, Arturo gira la mirada y dice “No lo llamamos esquina, porque suena como zona para gente cualquiera y nosotros somos artistas. Le llamamos estrado pavimentado”. Parado bajo la sombra del semáforo esperando con ansias esos treinta segundos empieza a mover los brazos y agitar las pelotas.
Entrado en escena y luz roja del semáforo, despliega su arte frente a los vehículos motorizados, calcula 20 segundos para mostrar la maravilla del arte entre siluetas de manos y asombros movimientos rimbombantes que aturden a simples pasajeros o atónitos niños. Y en tiempo record pasa su ligera gorra por las aberturas entre los autos dando siempre un cordial saludo y una eterna sonrisa. Lo lamentable es que a veces no siempre vuelve a la vereda con algo adentro, solo esta llena de cabellos e ilusiones pasajeras.
Ya pasado una hora entre varios rojos y verdes, Arturo cansado de tanto trajín, ventanas cerradas de autos, miradas despectivas, mal humorados choferes y callos en las manos; se sienta en la vereda a descansar.
De pronto se escucha un ruido que emanan los vehículos que llegan a gran velocidad, Arturo grita “Serenazgo, castigadores del artista libre”, de forma brusca corre sorprendido a la vereda de siempre, coge sus tres pelotas y da marcha hacia delante en busca de otro estrado pavimentado. Ya que la calle como el es libre.
Paraíso nocturno y otros demonios
No me di cuenta pero habían transcurrido casi dos horas. Entramos a la boca del lobo, una luz tenue pero chispeante nos dio la bienvenida. Al levantar la mirada pude apreciar una especie de vitrina que presentaba lindas señoritas sentadas, muy ligeras de ropa, a la espera de un trago y porque no de un parroquiano dispuesto a gastar todo su dinero en ellas.
El eclipse era duradero en el lugar, pero el reloj seguía su marcha implacable, eran las 9.15 de la noche (mi amigo había ido en busca de lo suyo) y los astros solo reflejaban pequeños sillones con mesas de igual tamaño, y una barra al fondo limitando el universo de aquel lugar tan explorado por devotos e ingenuos muchachos.
Tardé en elegir pero tímidamente logré hacerlo. Ya el tiempo era de lo de menos para mí. Pedí un trago y con el llegó una mujer de mirada inocente –por lo menos al principio- de carne y hueso, que siente emociones, se envuelve en pasiones, y que disfruta enormemente del erotismo. Afligido por la duda, busqué en su figura algún gesto de desaprobación y al no encontrarlo calmé mi mente y me dejé llevar a tal extremo de cuasi arrastrarme a un ambiente sórdido de morbo y bajas pasiones.
Ya ubicado en un ambiente seguro, pero desafiando la hora, pues eran casi las 10.30 de la noche, pude sentarme en un suave y calido sillón hasta donde llegó una nueva ráfaga de luz preguntando: caballero, ¿que se van a servir? y sin más preámbulos pedí una cerveza para mí y bueno la señorita pidió un whisky, era de esperarse.
La noche en ese pequeño universo lleno de vitrinas y astros de 50 watts terminaba para mi, y al golpear la media noche, luego de algunos tragos más o menos pude ver más allá de lo que quería, el precio que debía pagar era demasiado alto para tan efímera y depravada diversión.
Sueño
de un balcon color amarillo,
cerré los ojos
y me lancé pensando
si alguien me quiere,
si alguien me quiere, no morire!
Y empecé a volar...
Café
tus ojos se cruzan con mi lunar,
pides un café,
y yo dos más
Las manos tiemblan al revolver con las cucharitas el azúcar negra,
te acercas a mi... mesa.
Lo siento, yo no hablo inglés.
Yo tampoco.
Risa de bienvenida.
le golpean la puerta nuevamente
pero esta vez, son voces distintas, que vienen de lejos,
y de a poco van penetrando en sus oidos.
Ella siente que esta viendo
una pelicula repetida -la de su vida-, desvastada
cierra los ojos en busca de paz.
Aspira profundo pero el aire no sale
queda en su garganta.
Desea tanto ver una luz entre tanta oscuridad.
Agobiada entrega su cuerpo al silencio
ya acostada en su cama, decide no pensar mas.
Quizás mañana ante sus ojos
un dulce amanecer la llene de esa luz
que tanto andaba necesitando.
(sentimientos pasados)
Benedetti
Quiet Times
Minimalismo
En los tiempos del miedo
Lunes
La maldición del buen humor
Como primer escrito que voy a dejar, es uno que hice hace unos días con respecto a mi cambio de década. Espero que les guste, un besito grande.
Yuli..*
Al fín llego el día
lo deseé
lo disfruté
lo despedí.
Y ahora estoy sumergida
en esta nueva década
llena de cambios
tan visibles
pero con las mismas
incertidumbres que antes
con la diferencia
que "el futuro" anhelado
esta un poquito más cerca.
La rueda seguirá girando
los vientos seguiran cambiando
los sueños -mis sueños-
los de antes, los de ahora,
y los de mañana,
seguirán deseando hacerse realidad.
CIudad y Neblina, segunda parte
Ciudad y Neblina
A veces siento como si estuviera en otro país, en algún lugar donde no hablan castellano y las personas tienen costumbres tan diferentes a las mias que no encuentro espacio para encajar en sus realidades. Quizá en otro planeta...
Hoy me senté en un café sobre un supermercado, y sin saber si era la música del mp3 la que me encerraba en una burbuja, me sentí como un completo extraño, como aquel hombre que despierta luego de veinte años de estar en coma y no puede terminar de interpretar lo que sus ojos describen para su cerebro; obervé con atención por la ventana una calle que debo haber caminado decenas de veces, y el sólo hecho de tener neblina densa atravesándo el panorama me hacía sentir que estaba en cualquier sitio menos en aquel que se supone debería ser familiar.
El paisaje de un lado bonito de la ciudad, una fotografía mental de una realidad que sirve para notar el contraste que esta alberga; no sé si es porque no he nacido aquí, en la capital; si es porque más de la mitad de mi vida viví en una ciudad-pueblo, tan pequeña que los domingos me hacían perder la cordura porque no encontraba algo interesante que hacer. No sé si esa es la razón por la cual tantas veces he sentido que no correspondo en este cuadro que se dibuja con marco de asfalto, o si es simplemente que soy un tipo raro, como tantas veces me lo han hecho notar.
Creo que es esta sensación tan recurrente la que me hace no ser tan fan de los viajes, de conocer otros paises y de hacer aventura cruzando el océano; si uno se siente un extraño incluso en su propia casa, no resulta tan emocionante viajar tan lejos para sentirse igual; a pesar de esto me encantaría en algún momento darle al mundo una vuelta (y quizá media más), es simplemente que tengo la ligera sospecha que no me sentiría más extrangero de lo que me siento en instantes como ese.
Soy un viajero eterno, que no hace nada mejor que caminar; he caminado mis problemas, mis amores y mis sueños, he construido más que ideas en la marcha, he terminado de enterrar ciertos anhelos infantiles, todo caminando; y si hay algo que logra desesperarme es sentir que me detengo, que quedo varado en algún instante sin poder hacer nada al respecto... Lo que más me gusta de caminar, es la libertad de poder ir a donde yo quiera.
Tiempo espectral
Cómo poder dar cariño o tal vez amor a los demás, si no sentimos lo mismo por nosotros. ¿Porque será mas fácil valorar a los demás que a uno mismo? ¿Por qué podemos ser más tolerantes con los demás que con nosotros?
Es que acaso fuimos creados para querer sólo a los demás. Será verdad eso de trata a los demás como quisieran que te traten a ti, y si es así, entonces porque no nos podemos querer. ¿Por qué podemos llegar a ser nuestro peor enemigo?
Música, canciones, y alaridos
A pesar de eso, me he sorprendido a mi mismo en lo que se llamaría un cantar sin querer queriendo; yup, estoy cantando, estoy moldeando todas las sensaciones metidas en lo más profundo de mi tripa y las estoy convirtiendo en alaridos que despertarían hasta al vecino más sordo. Pero al final, lo interesante es que ha sido como una revelación, darme cuenta que prefiero hacer canciones y letras bonitas, quien sabe, quizá alguna vez me anime a colgar alguna.
Las últimas 24 horas han sido un tanto extrañas, y a decir verdad este es el primer fin de semana que no me siento medio depre, medio alertargado; y a pesar que no he dormido casi nada, ha sido divertido encontrarme en un remolino de actividades durante todo este tiempo; hoy terminamos el boceto de una canción, terminé bebiendo cervezas en el restaurante de la esquina desayunando lomito al jugo... interesante todo, como para variar el escenario.
Definitivamente recomendable, ir a desayunar después de una noche añeja de recuerdos con los amigos; y también, terminar de escribir canciones de cuando acaba el verano y de lo lindas que son las chicas y sus bronceados.
Recuerdos Añejos
Siempre me gustó la fotografía, recuerdo haber pasado horas viendo el mundo a través de una lente de vidrio, viendo por un zoom o un "gran angular"; me la pasaba coleccionando imágenes extrañas, de cementerios, de flores, de personas que nunca se dieron cuenta que mi lente les robaba un poquito de sus tiempos... Jugando con el diafragma, con la luz, a veces apuntando la fotografía y la técnica; y si bien nunca aprendí a tomar buenas fotos, creo que esa visión del mundo me ha dado una percepción diferente de la perspectiva, de la luz, y del encuadre con el cual observo el mundo. Hasta cierto punto, las cámaras digitales me quitaron eso, me quitaron la posibilidad de imaginar la fotografía antes que tener en las manos ese papel mate oliendo a químicos, o a través de los negativos, la tecnología me quitó la cámara mecánica que tanto me gustaba.
Dejé de tomar fotos hace muchos años, dejé de interesarme en esas cosas; la vida sucedió y otros intereses llegaron a mis manos, pero extraño las fotos, el sonido del "click" cuando apretabas el disparador... Ayer, entre recuerdos inmersos en esas imágenes de niños inocentes y juguetones, traviesos y sin la menor idea de qué trata el mundo real; entre amores del cole, de niñas lindas que siempre serán iguales en mi memoria; también recordaba que estaba pensando cuando tomaba las fotos, y recordaba además aquella chica que compartió esa media manía conmigo, y las fotos en blanco y negro que nos sacabamos jugando.
en parte, hoy, me siento algo triste; siento que he perdido mucho de lo que hablan esas fotografías, que me he alejado del mundo, del universo para construirme un muro inmenso entre yo y esa realidad; siento como me he extraviado yo mismo, al menos algunos pedazos y quiza sea por eso que no soy de andar viendo fotografías, porque son el registro de una evolución propia que al final, no sé si ha valido la pena, como que una parte de mi aún quiere seguir siendo ese niño, o al menos, intenta recordar todo el tiempo como era serlo
Igual, ayer fue una noche de recuerdos añejos, de risas, de amigos... hacía tiempo que no paseaba por un pasado tan lindo; y me voy preguntando, si:
"y conosereis la verdad, y la verdad os hará libres... y la libertad dolerá con la realidad, con la responsabilidad de conocer"
Y quiero, conocer menos, y ser menos libre, como cuando era niño y mi universo era un cuarto de juegos sumergido en nada más que Lego y plastilina.