Ciudad de lluvia

A veces siento mi alma como una ciudad lluviosa
triste, lenta, nocturna
que mi cuerpo envejece sólo para alcanzarla
y cada año más es sólo un paso más cerca a mi realidad

Estoy cansado
de intentar, porque cada intento ha terminado en lo mismo
y cada resultado es ni triste ni alegre
solitario al final,
quizá como se supone que debe ser

Y cada vez es más pesado salir de la lluvia
ver más allá de la neblina
de caminar hacia quien se supone debería poder hacerme feliz,
pero no,

y el recuerdo de lo que es una caricia humana
sólo es eso,
recuerdo,
porque a veces me obligo a creen en todo eso del amor
porque realmente ya no lo creo

sin importar qué, sigue siendo un laberinto inmenso
y cada camino muerto
cada sin salida
termino quebrado como vidrio, recogiendo mis pedazos

Y cansa,
cansa esperar,
creer
sonreir cuando sólo se quiere
querer
pero no hay quien te cobije la noche que más necesitaste de alguien

Y aprendes,
claro que se aprende,
si no esperas nunca a nadie
nunca nada de ella
Cuando decide no estar ahí para ti
no duele
no pasa nada.

Pero mantienes una sonrisa
y decides compartir con otros
algo que tú no tienes
porque crees
la gente tiene derecho a ser feliz
incluso cuando tu ya no recuerdes como serlo
o porque ya aprendiste a olvidar
la manera de estar triste
y transitas ni en blanco o negro
sino por una ciudad lluviosa
toda en "blues"

y sigues, sigues,
es lo que sabes no?
es para lo que has sido entrenado
y no pierdes la esperanza,
pero ya no la quieres
no la quieres.



Canción bonita


Coralie Clément Lyrics

" Ca Valait La Peine "


Je n'osais pas te le dire

Encore moins te l'écrire
J'attendais le moment
opportun, important
Je ne savais pas comment faire
Oh ! Mon dieu quel enfer
Et par où commencer
C'est la timidité
Je ne savais rien de la vie
Ni de la dernière pluie
Près d'un petit ruisseau
De la vie en duo
Oui mais j'ai du me résoudre
A faire parler la poudre
A passer le turbo
Un soir au bord de l'eau
Ca valait la peine
C'est sûr
Ca en valait la peine
Ca valait la peine
C'est sûr
De te dire que je t'aime
Je n'avais pas de raison
De me priver
De ton beau regard azuré
Si longtemps désiré
Je n'avais pas l'intention
De sortir les violons
Mais avant le refrain
D'arriver à mes fins.
Je n'ai pas envisagé
Les remords, les regrets
J'apprécie mon bonheur
Dans la maison en fleurs
Et je n'ai pas regretté
D'avoir osé oser
Près du pont Mirabeau
Un soir au bord de l'eau
Ca valait la peine
C'est sûr
Ca en valait la peine
Ca valait la peine
C'est sûr
De te dire que je t'aime

Eso valía la pena

No me atrevía a no decírtelo

escribírtelo menos

Esperaba el momento

Conveniente, importante

No sabía cómo hacer

¡Oh! Mi Dios qué infierno

Y por dónde comenzar

Es la timidez

No sabía nada de la vida

Ni de la última lluvia

Cerca de un pequeño arroyo

De la vida en duo

Sí pero tengo que solucionarme

Hacer hablar lo empolvado

A pasar el turbo

Una noche a bordo del agua


Eso valía la pena

Es seguro

Eso valía la pena

Eso valía la pena

Es seguro

Decir que te amo


No tenía razón

Privarme

De tu bella mirada azulada

Si mucho tiempo deseé

No tenía la intención

De sacar los violines

Pero antes del estribillo

Llegar a mi final

No previ

Los remordimientos, los pesares

Aprecio mi felicidad

En la casa en flores

Y no lamenté

Haber atrevido a atreverme

Cerca del puente Mirabeau

Una noche a bordo del agua


Eso valía la pena

Es seguro

Eso valía la pena

Eso valía la pena

Es seguro

Decir que te amo

Corazón coraza -Mario Benedetti

Conocí a Benedetti la tarde que murió,
a veces uno se hace conciente de las cosas
cuando ya va siendo demasiado tarde...
Conocerlo, no.

Para aquellos que aún no lo conocen, felizmente, nunca será tarde.

CORAZON CORAZA
(Mario Benedetti)

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte

aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

Venezia

Yo, que sólo conocí Venezia por tu boca
plazoletas caminando en sombra
callecitas escondido en tu maleta

De madrugada, a veces
extraño
encontrarte aquí o allá
despertar
para saber que aún duermes a mi lado

Yo que sólo conocí
tu boca
casi siempre logro recordar
olvidar Venezia

Yo que logro olvidar
las madrugadas enteras
los planetas
tu boca

Quizá algún día
recuerde Venezia
caminando solo
o sólo con mi sombra.

Saber Restar

...lo entrega a mi mano, le doy una moneda, se le pierden los ojos en el cielo,como mueca de pensador.
Llega mi bus, él apresura la resta y a sus deditos contando,
- Quédate con el resto
Se aleja saltando...
He dejado pasar al bus,
¿cómo un niño de dos años sabe como restar? Tengo grabada una escena sin respuestas.
a sus ojitos de sabio, sus ojitos de no saber, cómo un niño de dos años sabe restar.
He regresado caminando a casa con un caramelo apretado en mis manos...
A veces pienso que soy muy imbecil o muy confiada,
dicen que las personas ya no son las de antes...
Los amigos estan contados y la gente buena escasea,
y me niego a creerlo,
lo peor es que dicen que soy tonta o muy confiada.
Yo aún creo y confio en las palabras, en las verdades de boca,
sin respaldos, ni garantias.
Yo aún creo en los versos de momento y premeditados.
No creo en los daños a terceros, ni segundos,
confio en los cambios de animo de minuto,
Creo en los besos del momento y las ilusiones pasajeras.
A pesar de todo, confio en los te quiero, y en la inocencia de algunos,
pero a veces pienso que soy muy imbecil o muy confiada.
No creo en las burlas, pero si en las sonrisas,
Confio en los pacifistas, en los guerrilleros y hasta en los conformistas, Pero dicen que las personas ya no son como antes...Que no debo andar ayudando a "todo el mundo"
que la gente aprovecha cualquier instante
para clavar banderas de derrota sobre mi cabeza,
y yo que nisiquiera se como no perdonar...
A veces me hacen pensar que soy muy imbecil o muy confiada
y sin orden de llegada, facilmente las dos cosas.

ESTRADO PAVIMENTADO

Bajo el sol radiante y con la tenue luz roja como única referencia de tiempo, comienza la función . No es magia en su sentido literal, pero sí lo es en su sentido artístico. Son las tres de la tarde en la esquina de la avenida Canadá con Paseo la República; vestido con un estilo hawaiano y trenzas que nos hace recordar a Bob Marley, trabaja Arturo como malabarista callejero.

Valiendo la inmovilidad obligada que genera el semáforo en luz verde, Arturo gira la mirada y dice “No lo llamamos esquina, porque suena como zona para gente cualquiera y nosotros somos artistas. Le llamamos estrado pavimentado”. Parado bajo la sombra del semáforo esperando con ansias esos treinta segundos empieza a mover los brazos y agitar las pelotas.

Entrado en escena y luz roja del semáforo, despliega su arte frente a los vehículos motorizados, calcula 20 segundos para mostrar la maravilla del arte entre siluetas de manos y asombros movimientos rimbombantes que aturden a simples pasajeros o atónitos niños. Y en tiempo record pasa su ligera gorra por las aberturas entre los autos dando siempre un cordial saludo y una eterna sonrisa. Lo lamentable es que a veces no siempre vuelve a la vereda con algo adentro, solo esta llena de cabellos e ilusiones pasajeras.

Ya pasado una hora entre varios rojos y verdes, Arturo cansado de tanto trajín, ventanas cerradas de autos, miradas despectivas, mal humorados choferes y callos en las manos; se sienta en la vereda a descansar.

De pronto se escucha un ruido que emanan los vehículos que llegan a gran velocidad, Arturo grita “Serenazgo, castigadores del artista libre”, de forma brusca corre sorprendido a la vereda de siempre, coge sus tres pelotas y da marcha hacia delante en busca de otro estrado pavimentado. Ya que la calle como el es libre.

Paraíso nocturno y otros demonios

Viernes como muchos, al salir del trabajo pasadas las 7:00 de la noche pensé que hacer para relajar mi tan estresado cuerpo, un buen amigo mío y de la noche también se ofreció a ser mi guía por las candentes calles de San Isidro, de lujosas oficinas y de emporios comerciales. Caminábamos sin rumbo cuando de pronto paramos en seco, él con una mirada picara me dijo: “este el paraíso”.

No me di cuenta pero habían transcurrido casi dos horas. Entramos a la boca del lobo, una luz tenue pero chispeante nos dio la bienvenida. Al levantar la mirada pude apreciar una especie de vitrina que presentaba lindas señoritas sentadas, muy ligeras de ropa, a la espera de un trago y porque no de un parroquiano dispuesto a gastar todo su dinero en ellas.

El eclipse era duradero en el lugar, pero el reloj seguía su marcha implacable, eran las 9.15 de la noche (mi amigo había ido en busca de lo suyo) y los astros solo reflejaban pequeños sillones con mesas de igual tamaño, y una barra al fondo limitando el universo de aquel lugar tan explorado por devotos e ingenuos muchachos.

Tardé en elegir pero tímidamente logré hacerlo. Ya el tiempo era de lo de menos para mí. Pedí un trago y con el llegó una mujer de mirada inocente –por lo menos al principio- de carne y hueso, que siente emociones, se envuelve en pasiones, y que disfruta enormemente del erotismo. Afligido por la duda, busqué en su figura algún gesto de desaprobación y al no encontrarlo calmé mi mente y me dejé llevar a tal extremo de cuasi arrastrarme a un ambiente sórdido de morbo y bajas pasiones.

Ya ubicado en un ambiente seguro, pero desafiando la hora, pues eran casi las 10.30 de la noche, pude sentarme en un suave y calido sillón hasta donde llegó una nueva ráfaga de luz preguntando: caballero, ¿que se van a servir? y sin más preámbulos pedí una cerveza para mí y bueno la señorita pidió un whisky, era de esperarse.

La noche en ese pequeño universo lleno de vitrinas y astros de 50 watts terminaba para mi, y al golpear la media noche, luego de algunos tragos más o menos pude ver más allá de lo que quería, el precio que debía pagar era demasiado alto para tan efímera y depravada diversión.

holas

ya llegue!!!!

Sueño

Estaba al filo de la baranda,
de un balcon color amarillo,
cerré los ojos
y me lancé pensando
si alguien me quiere,
si alguien me quiere, no morire!
Y empecé a volar...

Café

Mientras dos ochenteros conversan en español de mesa a mesa,
tus ojos se cruzan con mi lunar,
pides un café,
y yo dos más
Las manos tiemblan al revolver con las cucharitas el azúcar negra,
te acercas a mi... mesa.
Lo siento, yo no hablo inglés.
Yo tampoco.
Risa de bienvenida.
Las voces de su interior
le golpean la puerta nuevamente
pero esta vez, son voces distintas, que vienen de lejos,
y de a poco van penetrando en sus oidos.
Ella siente que esta viendo
una pelicula repetida -la de su vida-, desvastada
cierra los ojos en busca de paz.
Aspira profundo pero el aire no sale
queda en su garganta.
Desea tanto ver una luz entre tanta oscuridad.
Agobiada entrega su cuerpo al silencio
ya acostada en su cama, decide no pensar mas.
Quizás mañana ante sus ojos
un dulce amanecer la llene de esa luz
que tanto andaba necesitando.



(sentimientos pasados)

Benedetti

Uno por los caidos.

Hasta mañana - Mario Benedetti

Voy a cerrar los ojos en voz baja
voy a meterme a tientas en el sueño.
En este instante el odio no trabaja
para la muerte que es su pobre dueño
la voluntad suspende su latido
y yo me siento lejos,
tan pequeño
que a Dios invoco,
pero no le pido nada,
con tal de compartir apenas este universo
que hemos conseguido
por las malas y a veces por las buenas.
¿Por qué el mundo soñado no es el mismo que este mundo de muerte a manos llenas?
Mi pesadilla es siempre el optimismo:
me duermo débil, sueño que soy fuerte,
pero el futuro aguarda.
Es un abismo.
No me lo digan cuando me despierte.

Quiet Times

No había escuchado esta canción; ya de por si su voz es preciosa, y estas letras, un poco tristes, un poco alegres... como yo. 

a pesar de eso, no me queda el sabor de las canciones sufridas, sino me da la sensación de una sonrisa de esas que se escapan cuando uno no se da cuenta. 





Quiet Times - Dido
Ask me where i go tonight i go back to today last year. 
Me and you had to make each other happier, now theres hope with everything.

Its hard enough to feel the world as it is and hold on anything. 
Without these quiet times you've brought round here.

Im Gonna have to run away, im sure that i belong some other place. 
I've seen another side of all i've seen it keeps me wondering where my family is.

Its hard enough to see the world as it is, and hold on anything. 
Without these quiet times coming round here.

Now i miss you...
Now i want you...
But i can't have you...
Even when your here...

Suppose i have to take you with me, broken mind i'd rather leave you here. 
To forget everything you've seen and known erase every idea.

And you walk up in the street, and hold my hand and smile. 
Well i won't be taken in, cus i know how it turns out. 
And it takes me back to these quiet times coming round here.

Now i miss you...
Now i want you...
Your not coming back...
And i need you...
But i can't have you...
Even when your here...

Now i miss you...
Now i want you...
Your not coming back...
And i need you...
But i can't have you...
Even when your here...


Pregúntame a donde iría esta noche, yo iría de regreso a hoy el año pasado
Cuando tú y yo, nos teníamos que hacer felices el uno al otro, ahora hay esperanza con todo

Es suficientemente difícil sentir que el mundo es como es y aferrarse a cualquier cosa
sin esos tiempos tranquilos que trajiste por aquí

Voy a tener que correr lejos, estoy segura que pertenezco a algún otro lugar
He visto el otro lado de todo, lo he visto y me mantiene preguntándome donde está mi familia

Es suficientemente difícil ver el mundo como es, y aferrarse a cualquier cosa.
Sin esos tiempos tranquilos viniendo por aquí

Ahora te extraño
Ahora te deseo
Pero no puedo tenerte
Incluso cuando estás aquí

Supón que te tengo que llevar conmigo, mente rota preferiría dejarte aquí
Para olvidar todo lo que has visto y saber borrar cada idea.

Y cuando camines en las calles, y sostengas mi mano y sonrías.
Bueno, yo no sea arrastrada dentro, porque yo sé como resulta
Y me lleva de regreso a esos tiempos tranquios viniendo por aquí

Ahora te extraño
Ahora te deseo
Tu no vas a volver
Y te necesito
Pero no puedo tenerte
Incluso cuando estás aquí

Ahora te extraño
Ahora te deseo
Pero no puedo tenerte
Incluso cuando estás aquí

Minimalismo

Una conversación hace algunos días

Risas instantáneas envueltas como sopa de fideos

Preguntas triviales, hasta aquella... aún la sigo pensando

El diálogo errático, sin sentido, analizar suicidios; entre bromas de humor oscuro como noche de luna nueva reíamos sobre las formas, sobre los métodos y luego de detenernos en el salto al vacío del edificio más alto de la ciudad, de la sensación a ingravidez y de la desesperación que implicarían esos escasos segundos de un suelo acercándose a una velocidad vertiginosa. La idea de saltar escuchando en el reproductor de música una canción final sugirió la obvia pregunta.

¿qué última canción escucharías al momento de saltar del edificio?

Vivimos sin notar la diversidad; simplemente damos por sentado que está ahí, como muchas cosas, que siempre lo que se busca se encuentra y en general esto se cumple; pero qué pasaría si intentáramos limitar las cosas a una sola posibilidad? 

¿qué libro llevarías, uno solo, a la isla del naufrago en la cual pasarías la eternidad? 

¿qué persona eligirías recordar, si mañana fueras a perder la memoria de las demás?

¿qué color eligirías ver, si mañana despertaras con un extraño daltonismo?

¿cuál de los sentidos no soportarías perder, sabiendo que perderás los demás?

¿qué día vivirías, si sólo te dieran uno más para vivir?

Me aterra pensar en la incapacidad de no elegir, de no vivir en un mar de colores y disfrutar con todos los sentidos esos segundos en los que uno se acuerda que los tiene; de no encontrar otro libro para leer, una canción diferente para escuchar, una persona más para recordar, un día más para vivir... 

Necesito un abrazo.

Que quede claro, no creo en los suicidios. 

En los tiempos del miedo

La butaca triste del teatro me esperaba, era aquella entre el grupo de personas a la izquierda y a la derecha dos amigas conversando de algo lo suficientemente íntimo como para callar en cuanto ocupé el único asiento vacío de la fila. La función empezó cuando el actor principal quitándose el polo empezaba sus líneas; y ahí me encontraba yo, perido en medio de un mar de personas, sintiéndome náufrago a lo Robinson Crusoe. 

Durante una hora y veintiocho minutos, se fué explicando el miedo de dicho personaje a zambullirse en el agua, el miedo a nadar en esa piscina ficticia que estaba entre él y nosotros; su miedo de creer en algo, de no saber delimitar ciertas fronteras... de no saber cómo levantarse. Y ahora, sentado frente a la misma pantalla de todas las noches, con un vaso de boldo amargo que refleja un anaranjado hipnótico, me queda la extraña necesidad de pasear por mis miedos propios, con la esperanza de poder también respirar, como lo hace el personaje al final de la obra. 

Tengo miedo de la soledad; de sus dulces abrazos a los cuales inevitablemente termino regresando, del regazo tan cómodo que me inventa y de mis ganas que cada vez son menos de dejarla atrás. De darme cuenta que siempre termino cocinando para dos, y no hay quien se siente a cernar conmigo a decir "que mal te ha salido el aliño hoy!" y reir mientras intentamos terminar la ensalada; porque cocinar solo para uno es difícil y extraño, no termino de saber si realmente está rico aquello que he preparado; como hoy por ejemplo, la vinagreta está rica, pero hay algo en su color que no llama a probarla, o al menos eso creo, y me encuentro con que no hay a quién preguntarle... quizá por eso había dejado de cocinar.

Tengo miedo de dormir, cuando me acuerdo que los sueños son fugitivos de mi razón, y termino inventando imágenes en mi cabeza, de escenas y escenarios en los cuales yo era feliz; en los cuales esa persona especial no desaparece cuando suena el despertador por la mañana, y tiemblo.

De soñar despierto, de olvidar quién soy; de no poder creer tampoco, como el personaje, porque "la vida" acostumbra darme por el lado en el que aún no soy fuerte; de terminar creyéndole y hacer cicatriz donde había una vez un sentimiento... de terminar creyéndole. 

De no volver a descubrir, de no volver a besar, de encerrarme tras puertas invisibles en universos paralelos... Y entregarme otra vez a la inercia que tiene un sentido que le da sentido a seguir hacia adelante, de ser yo de antes. 

A problemas complicados, respuestas sencillas, mañana cenaré la misma ensalada, no habré cocinado para dos, sino para dos días; mañana iré creyendo, y olvidaré otra vez que fue diez el siguiente mes, y volveré a sonreir sobre las cicatricez y me diré yo también "respira!"

Lunes

Los lunes son esos días, irónicos como sólo ellos saben serlo, repiten orgullosos que son el principio de la semana mientras susurran a tus oídos que faltan muchos días para el viernes o el sábado, para cuando por fin tendrás un tiempo para olvidar todo y dar vueltas en la cama. Los lunes, las sábanas pesan más, las almohadas son duras y sabes que no has dormido suficiente. 


Sólo despiertas con el sonido a estática de la ducha al lloverte encima; y el agua está demasiado caliente o muy fría, el café dulcísimo o amargo y el pan es acidez que te corroe el esófago. Los lunes son fantasmas que enlentecen el tiempo, retrasan los buses o los repletan porque todo el mundo va tarde; y no ríen de ti, porque no lo hacen a propósito, simplemente son lo que son, el inicio de la incertidumbre semanal. Definitivamente, tampoco ríen contigo. 


Siempre pensé que los lunes eran así porque esa era su maldición propia, por haber hecho algo mal a algún dios del tiempo, por haber llegado tarde o por haber querido adelantarse a los demás días; por ser la soldadura del eslabón de la cadena del mes que es parte de la maquinaria del año; pero también sentí que había algo más sobre estos días, algo que yo no sabía. 

hoy descubrí que nací un lunes

Quizá esa sea la razón de la esa sensación tan instintiva; el inicio del todo, de querer permanecer metido bajo el futón de plumas, quedarme quieto postrado de lado; cerrando los ojos doblar las piernas sobre el vientre y las pantorrillas sobre las piernas; abrazar mis rodillas y esconder la cabeza. Querer sentirme seguro, no tener que empezar la semana en cuanto suene el despertador que sé sonará; desear tanto no tener recuerdos que lastiman, resetear mi memoria como si fuera un disco duro y no saber lo que he perdido o al menos no recordarlo. 


Pero el lunes llegó en cuanto terminó el domingo; y en esta realidad, uno no regresa el tiempo por más que lo desee con fuerza, los recuerdos no se borran sin contuciones cerebrales y las semanas no esperan a que estés listo para empezarlas. 


Por otro lado, me encanta haber nacido; los recuerdos felices, la oportunidad de haber conocido a mis padres y compartir esa alegría con mi hermana; de poder quererlos a todos ellos y saber que aún tengo muchas semanas (quizás) para ver a donde me conduce la vida. Me encanta haber nacido; pero sé que a veces hubiera preferido no hacerlo un lunes... martes tal vez.

Lo más triste del lunes, es despertar sabiendo que no hay quién despierte acurrucada a tu lado; no hay una sonrisa de alba, ni quien te mienta sobre el pésimo café que preparas... pensándolo bien, eso es lo más triste de todos los días. 

Soundtrack del café de hoy: The scientists - Coldplay

La maldición del buen humor

" No había neblina y el mar con su inmensa calma parecía interminable... "
Hoy hizo calor, cuando el verano parece estar terminando, inesperadamente llega otra vez una ola de calor; las ventanas de los pasillos brillan anormalmente y la mañana larga termina cuando huyo otra vez a casa. Hay ciertos momentos en la vida que uno no puede distinguir si realmente están sucediendo; son como un paréntesis en la línea temporal, hay momentos en los cuales uno no se siente uno mismo, y como tal, te quedas sin palabras para escribir, o te haces un año más viejo en una hora y entiendes por fin la canción esa que dice "quién me ha robado el mes de abril" porque sientes que has perdido, o que lo has dejado pasar sin hacer nada productivo.
Quién sabe, nunca he sido muy fan de mi mismo, no sufro problemas de autoestima; pero tampoco confío mucho en mi instinto así que he optado por intentar racionalizar todo lo que me sucede; sólo que a veces dicha fórmula no parece funcionar, porque hay ciertas fronteras que no terminan de definirse y ya ni dan ganas de buscar su clarificación.
Hoy estoy cansado, cansado de sentirme cansado; cansado de dormir, de no hacer nada; de dejar que el tiempo pase entre paréntesis, de tener miedo, de no tenerlo. No hubo historias surrealistas para contarme a mi mismo, tampoco quién quiera oirlas; y es que aún me encuentro a veces conversando con las sombras que algunas personas dejaron en mi, como tener esquizofrenia pero sin las ilusiones y ya me está empezando a hartar esta costumbre de emular situaciones ficticias en mi cabeza, porque sé que no van a suceder, porque quizá tener imaginación es también un poquito de maldición cuando no puedes completamente controlarla.
Maldigo haber despertado de buen humor, haberme encontrado tarareando la canción del Satchmo "what a wonderfull world" cuando subía las escaleras hacia la oficina de coordinación docente; a veces me parece tan terrible encontrar cosas tan lindas en lo cotidiano, en lo futil, porque a veces creo que le doy demasiada importancia a detalles que nadie más se da el tiempo de observar, y sentirme alegre por el aire acondicionado, o por el rayito de sol que se dibuja en el polvo cuando limpian el pasadizo entre el 3-I y el 3-II... A veces me siento un maldito conformista, buscando felicidad en pequeños detalles, mientras que las cosas grandes me faltan, me hacen falta; a veces creo que soy el único idiota que diría "wow que lindo!" al honguito ese que aparece cuando revienta la bomba de hidrógeno y yo estoy parado en frente... Hay tanto que le falta a mi vida, para poder llamarla completa, pero igual sigo siendo el idiota que es feliz, y es que es una felicidad real la que siento, con cosas que ni siquiera son mías... nunca tanto, pero igual, a veces me siento tan tonto.
"no había neblina, ni burbujas, ni mar
yo sólo quería que mis dedos volvieran a surfear
en las ondas que se forman en su pelo"
Felizmente el buen humor se me quitó con la tarde, con el viaje en combi con música del mismo infierno sonando en la radio; con la mezcla de humores de los pasajeros y el cobrador, que no le tendría repeto ni a la madre Teresa; regreso a esta fría pantalla, y me doy cuenta que los pequeños detalles no me duran más que un momento, que hay un vacío en mi tiempo, que sé por primera vez, que no se me hará tan sencillo llenarlo, no con instantes, no con detalles.
Hola a todos =) .. me presento soy Yuli, tengo 20 años, soy de Argentina, y a partir de que empece a leer todos los escritos que dejan, me empezo a rondar la idea de integrarme, asi que eso es lo que estoy haciendo ..

Como primer escrito que voy a dejar, es uno que hice hace unos días con respecto a mi cambio de década. Espero que les guste, un besito grande.

Yuli..*

Al fín llego el día
lo deseé
lo disfruté
lo despedí.

Y ahora estoy sumergida
en esta nueva década
llena de cambios
tan visibles
pero con las mismas
incertidumbres que antes
con la diferencia
que "el futuro" anhelado
esta un poquito más cerca.

La rueda seguirá girando
los vientos seguiran cambiando
los sueños -mis sueños-
los de antes, los de ahora,
y los de mañana,
seguirán deseando hacerse realidad.

CIudad y Neblina, segunda parte

La arboleda central de la calle está vacía, al parecer no hay muchas personas que quieran salir una noche fría del domingo a caminar, se convierte entonces en un lugar perfecto para mi, un camino sombrío, solitario y ameno por el cual mis zapatillas van desfilando una frente a la otra tragando los bloques pequeños de cemento puestos geométricamente sobre el suelo; el viento está helado y prácticamente es agua lo que respiro; el reproductor lanza entonces una canción que me lleva a recordar cosas que no necesito recordar y la urgencia de encender el cigarrillo que lleva un rato bailando entre mis dedos me obliga a buscar un lugar donde poder sentarme.
Y ahí estoy, aprendiendo lo necesario a veces de recordar la importancia de olvidar, inventando historias surrealistas, imaginando que si ese preciso momento fuera congelado, si no pudiera ir hacia atrás o hacia adelante en la línea temporal, no sería para nada desagradable; hace frío, pero no tanto como para querer ir a casa, el paisaje es sutilmente tétrico y mismo tiempo acogedor; no estoy triste, pero no termino de ser feliz; y las estrellas que se esconden detrás de las nubes seguro que están armando figuritas como cualquier otra noche, y me digo "este sería un buen momento para una instantánea... lástima que la cámara me la he dejado en el dos mil cuatro"
La niebla está densa, fácil que tengo sólo doscientos metros de horizonte, esos doscientos y las luces que vienen por detrás, que van un poquito más lejos; resulta "divertido" encontrar en aquel escenario la comparación exacta para la forma en la que veo la vida, ver hacia adelante es como encontrarse con esta niebla, la imagen clara sólo hasta un poco adelante; después, una cortina de agua opaca que sólo permite colarse algunas luces que me he puesto como nortes en mi camino; sin saber nunca el detalle de lo que está por venir, hay que avanzar para poder darse cuenta... y si juegas a adivinar que habrá detrás de ese velo, lo más probable es que termines recogiendo tus pedazos en la siguiente esquina.
Los coches que pasan cada vez son menos, bastante extraño era ya el que no hubiera gente como para que ahora no encuentre forma de regresar a casa, en esta ciudad, en esta ciudad y neblina, resulta fácil perderse en el camino. Una canción de Satie hubiera sido genial para darle el toque final... aunque nunca supe qué sentir concretamente cuando las escucho, hubiera sido genial...

Ciudad y Neblina

Caminar es una de las pocas cosas que hago bien, no importa la hora ni el lugar, siempre habrá senda para pisar y distancias por recorrer.

A veces siento como si estuviera en otro país, en algún lugar donde no hablan castellano y las personas tienen costumbres tan diferentes a las mias que no encuentro espacio para encajar en sus realidades. Quizá en otro planeta...
Hoy me senté en un café sobre un supermercado, y sin saber si era la música del mp3 la que me encerraba en una burbuja, me sentí como un completo extraño, como aquel hombre que despierta luego de veinte años de estar en coma y no puede terminar de interpretar lo que sus ojos describen para su cerebro; obervé con atención por la ventana una calle que debo haber caminado decenas de veces, y el sólo hecho de tener neblina densa atravesándo el panorama me hacía sentir que estaba en cualquier sitio menos en aquel que se supone debería ser familiar.

El paisaje de un lado bonito de la ciudad, una fotografía mental de una realidad que sirve para notar el contraste que esta alberga; no sé si es porque no he nacido aquí, en la capital; si es porque más de la mitad de mi vida viví en una ciudad-pueblo, tan pequeña que los domingos me hacían perder la cordura porque no encontraba algo interesante que hacer. No sé si esa es la razón por la cual tantas veces he sentido que no correspondo en este cuadro que se dibuja con marco de asfalto, o si es simplemente que soy un tipo raro, como tantas veces me lo han hecho notar.

Creo que es esta sensación tan recurrente la que me hace no ser tan fan de los viajes, de conocer otros paises y de hacer aventura cruzando el océano; si uno se siente un extraño incluso en su propia casa, no resulta tan emocionante viajar tan lejos para sentirse igual; a pesar de esto me encantaría en algún momento darle al mundo una vuelta (y quizá media más), es simplemente que tengo la ligera sospecha que no me sentiría más extrangero de lo que me siento en instantes como ese.

Soy un viajero eterno, que no hace nada mejor que caminar; he caminado mis problemas, mis amores y mis sueños, he construido más que ideas en la marcha, he terminado de enterrar ciertos anhelos infantiles, todo caminando; y si hay algo que logra desesperarme es sentir que me detengo, que quedo varado en algún instante sin poder hacer nada al respecto... Lo que más me gusta de caminar, es la libertad de poder ir a donde yo quiera.

Tiempo espectral

Desde hace algunos días he empezado a usar un reloj de muñeca; es de color negro y con un fondo plateado, me gusta observarlo cuando la luz le llega en diferentes angulos y refleja una textura radiculada que lo hace más profundo lo convierte en algo así como una ilusión optica. 

Ayer mientras caminaba reflexionaba en lo extraño que se siente en mi muñeca, lo extraño que es tener al tiempo como parte de uno mismo, recordaba porqué nunca me había acostumbrado a tener un reoj, siempre me dieron la sensación de estar atrapado entre sus manecillas y el tic tic que van haciendo cuando caminan; como si mi vida, o la vida de cualquiera, pudiera ser medida en pequeñas porciones de tiempo, como si uno pudiera resumir el día en horas y peor aún programar lo que se va a hacer dependiendo de estas barreras imaginarias que nos hemos ido colocando para llevar un ritmo más ordenado... no me gusta ser preso del tiempo, no me gusta decidir si una hora es mucho o poco, y no me gusta tener que ponerme horarios para realizar actividades, quizá por eso hasta ahora nunca había tenido un reloj en la muñeca. 

Es que el tiempo es como un fantasma, es tiempo espectral; porque ya me ha sucedido que un sólo instante decide cómo será el futuro, ya me he sentido insignificante a comparación de unos segundos en la vida de otra persona; y después me encontré predicando "uno no puede dejar que un instante defina el resto del tiempo..." pero también sé ahora, que un instante puede hacerlo, no debería, pero definitivamente puede... cuantos segundos me gustaría borrar, cuantos instantes olvidarlos...

Si bien es cierto el tiempo también depende del sistema de referencia, depende de quién es el que lo está viviendo; puedes vivir a mil por hora, no sentir que los días pasan, y que el día nunca termine de ser suficiente para todo lo que quieres hacerd; pero también puedes encontrarte atrapado en horas que no terminan, esperando que termine la clase aburrida del año, o simplemente esperando encontrar otra vez razón suficiente para levantarte de la cama más que esa inercia que puede pretender maquillar el que no tengas una. 

El reloj, pesa en mi muñeca, pesa en mi conciencia; sé que el tiempo no se detiene y me asusta, sé que el tiempo no pasa rápido cuando quiero que simplemente me atropelle, y al final, mi reloj es como el enemigo más terrible, que sabe cuando detenerse cuando no la estoy pasando bien. 

Creo que sería más productivo tener en "feliz-o-metro", para poder saber cuan felices somos en el día o en un instante determinado... claro que en estos últimos meses igual me hubiera pateado sin piedad. 

tiempo espectral, que se detiene y atropella, 
no hay duda de porqué algunos lo hicieron dios, 
y quizá algunos otros demonio. 
Después de meditarlo mucho, de inventarme mil excusas para no atreverme, al fin me decidí a expresarme y a compartir parte de mi filosofía de la VIDA...

Cómo poder dar cariño o tal vez amor a los demás, si no sentimos lo mismo por nosotros. ¿Porque será mas fácil valorar a los demás que a uno mismo? ¿Por qué podemos ser más tolerantes con los demás que con nosotros?

Es que acaso fuimos creados para querer sólo a los demás. Será verdad eso de trata a los demás como quisieran que te traten a ti, y si es así, entonces porque no nos podemos querer. ¿Por qué podemos llegar a ser nuestro peor enemigo?

Música, canciones, y alaridos

Nunca he pensado que tengo una buena voz... es más, creo que tengo una voz espeluznante y compadezco a aquellos que tienen que escucharme hablar, todas las veces que oigo como suena mi voz grabada simplemente tiemblo de pensar que así es como me oye el mundo...

A pesar de eso, me he sorprendido a mi mismo en lo que se llamaría un cantar sin querer queriendo; yup, estoy cantando, estoy moldeando todas las sensaciones metidas en lo más profundo de mi tripa y las estoy convirtiendo en alaridos que despertarían hasta al vecino más sordo. Pero al final, lo interesante es que ha sido como una revelación, darme cuenta que prefiero hacer canciones y letras bonitas, quien sabe, quizá alguna vez me anime a colgar alguna.

Las últimas 24 horas han sido un tanto extrañas, y a decir verdad este es el primer fin de semana que no me siento medio depre, medio alertargado; y a pesar que no he dormido casi nada, ha sido divertido encontrarme en un remolino de actividades durante todo este tiempo; hoy terminamos el boceto de una canción, terminé bebiendo cervezas en el restaurante de la esquina desayunando lomito al jugo... interesante todo, como para variar el escenario.

Definitivamente recomendable, ir a desayunar después de una noche añeja de recuerdos con los amigos; y también, terminar de escribir canciones de cuando acaba el verano y de lo lindas que son las chicas y sus bronceados.

Recuerdos Añejos

Ayer fue una noche de recuerdos, saqué la caja de zapatos donde guarlo viejas fotos del colegio; los amigos nos juntamos alrededor de la mesa y al brillo de los vasos de vodka empezó una ronda danzante de imágenes antiguas... Creo que ellos nunca las habían visto, y la verdad es que yo no soy del tipo al que le gusta ver fotografías, es más, cada vez que puedo intento esconderme de las cámaras, es como si congelara un tiempo, es como si congelara sentimientos en pedazo de papel de foto, como si algo de mi se quedara ahí para siempre y cuando regreso a verlas otra vez, un poquito de nostalgia y otro poco más de anhelo por tiempos en los que no importaban muchas cosas. Diablos! Que felices fuimos riendo todo el tiempo!

Siempre me gustó la fotografía, recuerdo haber pasado horas viendo el mundo a través de una lente de vidrio, viendo por un zoom o un "gran angular"; me la pasaba coleccionando imágenes extrañas, de cementerios, de flores, de personas que nunca se dieron cuenta que mi lente les robaba un poquito de sus tiempos... Jugando con el diafragma, con la luz, a veces apuntando la fotografía y la técnica; y si bien nunca aprendí a tomar buenas fotos, creo que esa visión del mundo me ha dado una percepción diferente de la perspectiva, de la luz, y del encuadre con el cual observo el mundo. Hasta cierto punto, las cámaras digitales me quitaron eso, me quitaron la posibilidad de imaginar la fotografía antes que tener en las manos ese papel mate oliendo a químicos, o a través de los negativos, la tecnología me quitó la cámara mecánica que tanto me gustaba.

Dejé de tomar fotos hace muchos años, dejé de interesarme en esas cosas; la vida sucedió y otros intereses llegaron a mis manos, pero extraño las fotos, el sonido del "click" cuando apretabas el disparador... Ayer, entre recuerdos inmersos en esas imágenes de niños inocentes y juguetones, traviesos y sin la menor idea de qué trata el mundo real; entre amores del cole, de niñas lindas que siempre serán iguales en mi memoria; también recordaba que estaba pensando cuando tomaba las fotos, y recordaba además aquella chica que compartió esa media manía conmigo, y las fotos en blanco y negro que nos sacabamos jugando.

en parte, hoy, me siento algo triste; siento que he perdido mucho de lo que hablan esas fotografías, que me he alejado del mundo, del universo para construirme un muro inmenso entre yo y esa realidad; siento como me he extraviado yo mismo, al menos algunos pedazos y quiza sea por eso que no soy de andar viendo fotografías, porque son el registro de una evolución propia que al final, no sé si ha valido la pena, como que una parte de mi aún quiere seguir siendo ese niño, o al menos, intenta recordar todo el tiempo como era serlo

Igual, ayer fue una noche de recuerdos añejos, de risas, de amigos... hacía tiempo que no paseaba por un pasado tan lindo; y me voy preguntando, si:
"y conosereis la verdad, y la verdad os hará libres... y la libertad dolerá con la realidad, con la responsabilidad de conocer"
Y quiero, conocer menos, y ser menos libre, como cuando era niño y mi universo era un cuarto de juegos sumergido en nada más que Lego y plastilina.