El día de noche, después del tiempo

Pido un “café americano” mientras voy volteando de rato en rato hacia la mesa en la que esperas, impávida con una tasa de Mocaccino. La verdad no esperaba verte después de tanto tiempo; y valga decir que mi ausencia no te sentó nada mal. No es por menospreciar la apariencia que tenias cuando estábamos, solo que… cada día que te veía era un regocijo para mis ojos miopes ¿Ahora te puedes imaginar que es verte después de todo este tiempo?

Recuerdo que en ocasiones como esta, (tú y yo en el mismo café) jugábamos como niños las “manitas calientes”. No nos importaba que el resto nos mirase, éramos un par de chiflados encerrados en nuestro mundo, nuestro espacio intangible solo para nosotros. Pero maduramos… mejor dicho maduraste.

Al verte sentada puedo ver cuán cambiada estas. Como ves (si es que lo notaste) yo sigo con las mismas fachas, quizás lo único de maduro que pueda tener en estos momentos es la poca barba que tengo; las ojeras siguen como de costumbre, aunque hay días en las que se marcan mas. Si… aun tengo problemas para dormir; trastorno que aprovecho para leer y escribir. Tú sabes aun conservo esa costumbre. Después de nuestra prolongada despedida algunas veces me permitía dibujarte, y escribir notas al vacio que esperaban nunca ser leídas.

CONTINUARA….

carta de despedida numero 20

Las cartas estaban echadas, supe en ese momento que cualquier posibilidad de vuelta atrás ya había sido borrada por el pasar del tiempo. Sin intención o con muchas intenciones, nada se podía hacer más que seguir el rompecabezas que dejaste tras de ti de mi, y continuar remendando grietas de alma solitaria.

Existe una diferencia enorme entre saber algo y creer algo, entre soñar con que algo suceda y pretender que así sea. Podré querer que las cosas fuesen diferentes, podré soñar con que así es, pero supongo que ahí quedará el supuesto café que algún día iríamos a tomar, porque no hay tiempo si uno no lo inventa, y el cansancio puede más que las ganas de esperar. Jamás podré culparte de nada, y sé que tampoco hice mal; como alguna vez lo dije "suficientemente justo"

la soledad

prepararse para la soledad es una empresa complicada
hay que empezar por conseguir ropa lo suficientemente gruesa
como para menguar el frío que provoca la falta de calor humano en la cama
buscar libros para llenar los espacios, pausas largas, de tiempo libre
encontrar amigos que esten dispuestos a acompañarte los pocos fines de semana en los que puedes dar una vuelta.
Es dejar de ver como estúpido el celular esperando una respuesta compasiva
es llevarte tu mismo al punto en el cual no te permites pensar en que estás solo.

aprender a estar sólo con uno mismo en la misma habitación, es una empresa complicada

Noche de jueves....

Noche de jueves, noche del orto, noche de inquietudes, noche en la que debí quedarme en casa, noche en la que no debí escuchar aquello, noche en la que no debí preguntar de mas, noche en la que mi bendita curiosidad no debió ser saciada. Íbamos uno al lado de otro, ella inmersa en sus dudas mientras la noche y los pasos daban vista a un café expreso y un batido de chocolate.
Al principio no sabíamos que hacer ya para eso había caído en la cuenta de que “ella” estaba rara, su mirada no dibujaba ese brillo del cual me hice dependiente, sus palabras idas y sin venidas no me decían nada, pero me transportaban en el tiempo a momentos desagradables, que pensé nunca más experimentar (malditas expectativas). El simple hecho de tener que preguntar ya me resultaba incomodo:
-¿pasa algo? Estas con la mirada retraída-.
- No nada, supongo que es por el estrés. Los trabajos y los parciales y todo el trajín.- Mientras su mirada seguía perdida; quitándole el énfasis a su respuesta.

La noche fría sirve de cobijo a mi letanía
Solitaria, insípida y sin rumbo
Buscando sonrisas serenas que presten alegrías
Para quien se hace preguntas donde nunca hay respuestas.
Lo perversión de querer saberlo todo
Y el temor de no querer escuchar las respuestas.

Debería dejar de llevarla en mi cabeza
Reposarla donde no la encuentre hasta llegada la noche.
¡Pero ahí está!… esa mirada que me hace un paria
Me envuelve en sus dudas, en sus risos infinitos e hipnóticos
En sus ojos prófugos y esquivos
Aun no la siento cerca…

estas muy linda hoy

perdone usted señorita,
tenía que decirlo de alguna manera.
Perdóneme que no pueda acercarme aún a decir un sencillo "hola"
es que no estoy todavía en aquel lugar en el que pueda escapar de sus encantos
cuando lleva mascara en la línea de los párpados
cuando la media cola deja caer cabello sobre los hombros
cuando aún la encuentro tan jodidamente atractiva para mis ojos

perdone usted, que si por mi fuera no sucedería
ya bastante he tenido con todo esto, y me gustaría que lo sepa
que si por mi fuera, borraría todo nuestro pasado
con tal de poder decir ese tan simple y estúpido "hola"
que sepa que ya llegaré en algún momento a aquella situación en que no duela

¡Vaya caballero en brillante armadura que he resultado!
¡diciendo tantas cosas esperando que sea la damisela en distres
quien detenga a este dragón de tiempo!... un caballero suicida,
que sabe que a donde va sólo le espera el olvido.

realidad

como pedirle que mire atrás,
que vea un espacio vacío ahí donde alguna vez llené el silencio
cómo pedir que las personas recuerden, a las personas no les gusta recordar
si yo mismo voy por la ciudad intentando dejar atrás lo que tiene que estar en el pasado
si todas las noches me prometo olvidar
y avanzo a costa de los recuerdos cada vez que encuentro piso que pisar
si no hay futuro, pasado, más que un sólo segundo o la intersección de dos
y encima me doy la potestad de hablar de la diferencia entre la espectativa y la realidad.

La realidad es, que no está ahí
se acabó hace muchísimo tiempo antes incluso
que el momento en que lo pude aceptar.
Y esa es la única realidad que debería vivir todos los días.