Musica

De un tiempo a esta parte la música duele más.

De alguna forma hubo un silencio sin fin en mis dias, en las caminatas nocturnas.

La música siempre había sido la forma perfecta de escapar este mundo y ahora, ya ni la música lo logra.

Me miraron a los ojos, y por primera vez alguien pudo ver lo que había dentro; no era un reflejo como de costumbre, no era empatía... Sólo el vacío que queda, y que no puede ser llenado por la música otra vez.

Demasiado ruido.

Necesito alejarme de todo un tiempo; volver al silencio.

Lamento tanto no poder darte lo que quieres. Lamento no estar en condiciones para andar, menos para volar con esperanza.

silencio, tranquilidad. Luego de dos años. Silencio.

Mi más sentido pésame

Un abrazo... dos, uno conformista, el otro de agotamiento
Camino al entierro, no de muertos,  si no de vivos…
¿No has sentido?
Estar enterrado bajo tus recuerdos,
Los pensamientos ocultos, se escapan, te sepultan
El entierro, traspasa la piel, los huesos, inunda.
Triste,
Como ir solo a un bar, embriagarte de todo
Te doy mi más sentido pésame
Te lo regalo.
Úsalo,
Póntelo,
Juzgame,
Y muere también,
 C o n m i g o.

Fracaso

La noche llega silenciosa y los pasillos del hospital son sólo el eco de la rutina diaria como el murmullo del agua que resuena en la oscuridad a la orilla del río. Mientras la monstruosa sociedad duerme en su nido, los hospitales menguan sus llamas como una hoguera sin alimentar, la leña arde al rojo por dentro pero sólo las cenizas que quedan en el exterior son visibles a unos ojos distraídos.

La noche llega silenciosa y los pasillos del área de enfermedades tropicales son mansos a esta hora, sin embargo se quiebra la calma cuando a lo lejos se escucha el gemir de un paciente, un lamento; podría ser una queja de dolor o quizás la simple desesperación de un alma atrapada en un cuerpo que no responde, una plegaria de un dolor que aún no he descubierto o tal vez, simplemente, un delirio hipoactivo, una psicosis. Sólo puedo hacer conjeturas al respecto, no hemos terminado de descubrir que es lo que ha destruido la vida de esta persona, la vida de su hija pequeña o la de su madre que duerme todos los días en una banca de plástico sentada al pie de su cama.

Sólo se pueden hacer conjeturas mientras que él grita cada unos tantos minutos rompiendo el silencio, recordándonos lo terrible del fracaso. Soy plenamente conciente que no soy yo quien le ha enfermado, que en la medicina como la conocemos tenemos suerte si podemos detener la enfermedad y evitar que progrese sin lograr recuperar lo perdido, soy conciente que son muy pocas las dolencias que podemos realmente curar y sólo nos quedan tratamientos que hacen más dignas las enfermedades, si esto fuese siquiera posible; pero aún así, sus gritos tienen sabor a fracaso, a impotencia, a derrota.

Son gritos que calan en toda mi espina dorsal y me recuerdan constantemente que aún hay tanto por hacer o por terminar de aceptar si fuera el caso.

Tiempo

Hace unos días desperté sin ese sentimiento de incomodidad que normalmente me invade cuando te extraño, como si en aquel día sin importancia yo hubiera podido sonreirte sin sentirme hipócrita y hubiera podido pasar la tarde fría a tu lado en algún café hablando de cualquier cosa; después de todo, siempre disfruté de nuestras conversaciones, hoy es otro día.

De todas las explicaciones en la ciencia, desde los protones a las estrellas, siempre me ha resultado de lo más difícil hacerme un concepto claro del tiempo; como si estuviera atrapado en un vórtex de saltos cuánticos derrepente paso de una época a otra y ni siquiera puedo hacer un recuento de cómo he llegado a este punto. Muchas cosas han ocurrido en mi vida, y las etapas cada vez más lejanas son sólo un recuerdo. No dejo de pensar en un futuro no muy lejano donde todo esto que soy ahora sólo sea una página más en la corta historia de mi vida.

Un salto más tarde.

Extrañarte es sólo un manifiesto de soledad; una etapa a ser vivida através de una ulcera en formación, de más cigarrillos en la creación de un cáncer ocupacional, el taladro del dentista que remueve una carie. Un engaño.

1.0


Con la bala atravesada en la cabeza, aún así, el sueño se hace presente. El dolor durará lo que tenga que durar, estoy convencido de eso. Al menos ya no jodes tanto como antes.

El tiempo hace lo suyo y lo gracioso es que la intención de olvidar fue olvidada en el proceso de soledad, que aún dura.



Angel ruisénico

No te quiero cerca angel ruisénico. Sonará incoherente mi sincericidio aquí presente, pero es lo que siento cada vez que te escucho hablar. No eres un angel y no sabes que es ruisénico. ¿Para qué puedo desinstruir tu corazón ?
No sé que parisemes en mi cuerpo, ni cuanto acurbrazas a cuanto otro ves. 

El septimo estruendo

Escribo aquello que no soy
como las estrellas de Picasso y su luna
como la muerte del poeta y su música
o como el hombre que besas hoy.

Un estruendo rompe la delgada noche
los perros gritan y mi lápiz ladra
otro estruendo, no más gritos
a lo lejos, a veinte cuadras

El silencio, vaho y continuo,
discontinuo, y ficcional.
Un estruendo  en la segunda linea (tercera estrofa)
y mi lápiz (estruendo) evita amar.

El autor no sabe si viene otro.
El último lo asusta, ya van cinco.
No sabe que decir pero escribe.
El sexto vendrá, porque el silencio no existe.

LO TRISTE

Quizás una de los peores defectos que tengo sea el no ver lo que es evidente. Este defecto volvió por segunda vez cuando la palabra amar nació de forma natural nuevamente. La primera vez que amé, pensé que no habría una segunda y cuando llego la segunda me tragué la primera. Ahora pienso que no habrá una tercera; pero quien sabe. No sé que hará el tiempo con estos sentimientos que aún guardo por ella. Es gracioso: ella no está y la sigo amando y solo queda esperar a que ese afecto se disipe.

Es un tanto difícil aceptar que nunca más la volveré a ver y, aunque esto sea relativo, la idea de imaginar cómo serán los días sin escucharla me resultan inquietantes. Es triste decir adiós a una persona que te ofreció lo mejor de sí para crear tan bellas experiencias. Es como si el amor personificado hubiese fallecido dejando solo un rastro de memorias.

Ahora solo queda velar por uno mismo. Hacer el camino que me propuse pues no acepte andar por los que ya fueron transitados: asumir mis pasos, lo real de la situación y aceptar que está historia tuvo el final que suelen tener otras historias similares. Pero esta historia la atesoraré para toda la vida, o al menos hasta que una tercera tenga la paciencia de conocerme.

Lo más triste de amar es decir ADIOS.

La felicidad de tus ojos

el viejo sabio sentado junto al arrollo dijo:

"cuando el discípulo está listo, aparece el maestro"

La felicidad de tus ojos es lo que ves cuando estás preparado para verlo; pero al mismo tiempo la desgracia, el miedo, la soledad están ahí, tan lejos como una simple mirada. Aprender a ver a través de las personas, como cristales, mirar como si depronto te convirtieras en un objeto inanimado de la sala, ver cómo te hacen pedazos sin querer y con lágrimas en los ojos, cómo atraviezan lo que te queda de esperanza mientras lloran al hacerlo, la ironía dulce amarga, las risas al final de una propia y terrible divina comedia y el ascenso por los anillos del infierno.

Soy el espectador de mi propia tristeza, del fracazo del amor, del odio y el miedo.

soy el espectador de la desgracia, pero también de la paz que la soledad lleva en su saco.

soy el espectador de la luz y la sombra, y el claroscuro de todo aquello que me dijiste.

soy el espectador, que dejó de escribir porque dolía dos veces.

Aún...

Y que soy yo sin un tú:

solo una mirada al espacio…

Una búsqueda del cuerpo desterrado.

La imagen en tus memorias,

del imborrable deseo que perdura

aún después del adiós.

Palpitaras todas las noches,

¡Ángel mío!

Aún no tire todo por la borda.

Recordaras mis letras en tus pupilas.

Mi saliva grabada en tus labios

será mi respuesta

hasta el día en que sientas mi perfume

en tu almohada.

El retorno

el silencio interminable de unos dedos que se confunden en el teclado.
la falta de intención al escribir, el letargo.

un sentimiento viejo, repetido. Un dejavú de lo que fue una despedida como eco.
las mismas palabras, la misma mirada, las mismas lágrimas

El pasadizo oscuro y familiar del olvido, la duda de si se puede sufrir la misma pena dos veces;
repetirte a ti mismo lo que ya sabías.

En aquel entonces, y por la promesa de un poco de felicidad,
te permitiste lo que nunca te habías permitido
Y ahora no puedes terminar de decidir si valió la pena.

El retorno.

El regreso a ese pozo profundo que conoces, al hogar que hay en la soledad, el vacío.
La terrible realidad, el saberte la diferencia exacta entre querer y obtener lo que quieres.
La aceptación de lo inevitable, lo nefasto de tu naturaleza.

¿Es que acaso una heriada abierta perfectamente sobre una cicatriz, realmente deja una marca nueva?

"Gracias pero no, ya me sé el camino hacia la salida"

3.

Ya no escucho el reír de sus tardes ni el vaivén de su vientre, sus despertares ni sus noches.
Ni el silbido de la aves serán suficientes
Nada complementa el refugio desvalijado.
¿Las melodías que dibujaba en mi almohada se inflan
En una cálida despedida?

¿El adiós será un hasta siempre?
Regurgita mi mente, el saber no estar ahí se simplifica en una esperanza precaria
Como el grito de quien canta a la añoranza
Huella de recuerdos grabados en arena.

El acido me dibuja sus formas y la hierba me expone sus matices
La ingenuidad toca sus rastros inocuos donde alguna ves reposaban sus manos
Diluyéndose en anestésico brebaje para mis noches insomnes
Gracias por la cobija de tu tacto grabado en nuestras madrugadas.


Al alba dejaré la manta en tu alcoba y me refugiare en tus quimeras
Me entregaré a la locura de los que nadan a rastras.
Bajo las atónitas miradas de quienes “hacen lo correcto”.
Mientras que en mi insania susurrare un “buenos días” al viento.

2.

Esto es más que un todo dentro de una nada,
jugando a amar en esta caja de consuelos,
todos fugases todos intransigentes
pedazos suscritos a la perplejidad en sus orillas.

pueda que sean las eternas guerras
o sus suplicas miradas a la ejecución hirsuta;
tan arraigados en su moral
llorando sus huestes en sangre lasciva.

Veo caer la borla plateada al vacio
Tirando migajas a los sueños de pocos
Locuras para muchos monedas para otros
So pretexto de armonía, regalos para la miseria.

Átame a esta locura y arrójame a sus miradas
Enarbólame de sus bajezas y sáciame de sus penas.
¿Tan lamentable será mi despedida al final?
Anégame de tierra pútrida que es lo que queda.

Quizá al final no pueda verte mi amada
Las ideas cambian mientras los sueños se sublevan en callados piquetes
Tiemblan ante la vos de un todo cegados de hambre.
Esa es la vida me gritan las gentes.

Aparecen los idilios pertrechos y funcionales
Nuevas concepciones de amor, todo cambia.
Barréname de esas miradas impidas
Dale un sosiego a mi locura mi bien amada.

Calla

Estoy cansado.

Calla.
Escucha.
Y escucha bien.

Porque quizá sea esta la última vez que puedo hablarte de forma tan... civilizada.
Fuiste tú quien firmó la sentencia que destierra fuera de mi persona cualquier tipo de sentimiento, amor o locura que yo pudiera alguna vez sentir por ti, yo soy quien ejecuta la orden de tu mandato.

"if you want me to fuck off, im your man"

Soy el propio verdugo, con todo el derecho, de cortarle las alas al Ícaro de nuestros sueños; de lanzarle piedras a nuestra señora de la Esperanza. De quemar retazo a retazo hasta la última hoja de nuestra biografía conjunta.

Y tengo, sobre todas las cosas, el derecho al olvido.

No llames, no escribas.
Solo calla y desaparece.
Canta Sabina: yo no quiero un amor civilizado, con recibos y escena del sofá.

Afortunados aquellos que saben lo que quieren, de la vida, del amor, del sexo. Los que se pasan buscando la otra mitad del cuerpo del que Platón hablaba; los que creen, en el cielo, el shangri la, el after life, el tántra y los multi orgasmos; los que pueden creer y no tienen mis ojos, los que encuentran la sabiduría en Paulo Cohelo y Deepak Chopra.

Bienaventurados. Todos aquellos que no aman por el ser, sino por como se sienten y esos que simplemente no aman. Los que pueden ver en el destino su fracaso y la suerte en la gloria, los que han descubirto como hacerse parte de la vida sin ser partícipes, los que se convierten en parte del escenario y la puesta. Los que disfrutan de las canciones de Sabina por su letra inteligente y no pueden linkear sus canciones a su vida, o simplemente los que no les gusta para nada.

Empezaré a culpar mi mala suerte, mi destino. Porque de otra manera soy yo, algo erróneo dentro de mi, algún cromosoma equivocado que no se manifiesta en la apariencia sino en el ser, en el alma. Culparé a la vida, la llamaré puta y perra como tantos lo han hecho; dejaré que pase viendo desde un lado seguro inamovible, porque estoy cansado, cansado de todo esto.

Dejaré de soñar en el amor sincero, ese que no necesita los efectos de hollywood para saberse cierto, dejaré de creer que la constancia y el compromiso valen más que el "adrenalin rush" y las hormonas en el cerebro que te hacen pensar que estás enamorado; dejaré de creer en las buenas personas, en que el bien siempre triunfa, en que la humanidad todavía tiene esperanza.

Así quedo, sin sentido.

...

Y esas ganas de decirle hola a la respuesta del silencio.
¡No!, aún no es el momento de escucharla reír
Me dicen las voces de la que era mi razón.
Al menos dejen que saboree del susurro de su aliento
Que me atavié la conciencia de sus despertares aunque sea solo un segundo
O malditas voces que dejaron de ser razón
Devolverme los pasos, sus pasos, la suavidad de sus manos
El sudor de su cuerpo y sus gemidos
¡No! No debería estar pensando en ello
¡Maldito ser lascivo apágate y entrégame a Morfeo!
Llévame al rincón de su lecho a pernoctar y desaparecer en los albores
La amo me grita el órgano que funge de corazón
Que sea así hasta que se apague mi alma.

Apreciaciones 1.

Caminar, ver, oler, tropezar, sudar, embriagarse de cansancio y al final del trayecto llegar a casa y ser recibido grácilmente por el perro ajeno del que ahora es mi hogar. Al final resulto ser un buen día que aún no termina ¡Qué ganas de tirarme a la cama y cerrar los ojos para dejar de pensar en obviedades y conjeturas que a estas alturas resultan innecesarias a mi causa!

Salir a romper las calles y aplastarse con la muchedumbre es algo nuevo. Es delirante las ganas con la que empiezas a repartir papeles que son un resumen de tu vida en la que obvias aspectos que a nadie le interesa. Abrazas al monstruo por necesidad y sobarle el culo al final resulta ser una práctica continua, embarrarse de su mierda y ganar sus favores eso es lo que quiero. Ser usado y usar sus favores es el objetivo primordial para lograr un fin.