a dónde fue a parar todo ese dolor?



Después de recorrer tantos caminos en busca de respuestas, gritar en silencio y esperar tu llegada cada noche cuando la oscuridad llena la casa; miles de millones de minutos de incertidumbre, sin saber si algún día volveré a ver tu rostro amado, sentir el calor de tus abrazos y saberte cerca, ¿dónde estás?; los que te llevaron jamás me dijeron nada, su silencio quedó grabado en mi memoria y sus rostros fríos como las noches, con tu ausencia.

Busco algo o a alguien que logre cerrar esta herida, con la que (lamentablemente) he aprendido a vivir todos estos años, no hay cura para el dolor, eso lo sé, así como sé también que en algún lugar de esta tierra nuestra, estás tú, esperando.

Hace poco, vinieron de lejos para llevarse mi historia, nuestra historia, se llevaron con ellos mis lágrimas y todas las palabras que les pude dar en tu nombre, saben como vivíamos, lo que pasó, saben que te quiero y que aún después de tanto tiempo, te espero.

¿Qué harán con mis palabras, con mis lágrimas y con mis sueños?, les dije todo, pero a veces las palabras se las lleva el viento... ¿será que por fin, por lo menos nos darán algo para seguir creyendo?

Así como tú, muchos desaparecieron, se los llevaron igual que a ti y sus familias siguen en la espera, como yo, suspendidos en el tiempo.

Si lográsemos por lo menos esta vez, unirnos y construir algo con nuestras propias manos; hacer una barrera, un guardián que nos proteja del mal y nos recuerde lo que hemos vivido, para que nuestros hijos y los hijos de estos no olviden, jamás olviden lo que pasó, para que nosotros mismos no olvidemos y compartamos por esta vez el dolor de todas las casas, de todos los que quedamos y los que ya no están.

Unir los dolores, tejer con ellos una sola historia que contar, talvez así, compartiendo, con la certidumbre que esta historia no va ser una más, con la esperanza fundada en los niños que van a quedar para pelear por un mundo mejor, en el que estos horrores no se repitan. Talvez así, el dolor hiera menos y yo pueda morir en paz.

Cada uno de nosotros podría dar un trozo de ropa, un pedazo del zapato extraviado en medio del horror, una hoja del cuaderno de colegio del hijo que nunca volvió a casa, una foto, un mechón del cabello que le cortaron cuando todavía era un bebé, un pedazo de la vela que se derritió anoche mientras pensaba en que todo era una pesadilla y su padre abriría la puerta nuevamente para compartir la comida, un dibujo de nuestros niños, ahora hombres que sufrieron en su infancia el dolor y la desesperación de saberse solos.

Juntaremos los fragmentos de esta historia para dejar nuestro testimonio plasmado, fuerte e inmortal; una obra que le cuente a todos lo que hemos vivido y que albergue en sus entrañas, en su esencia, los fragmentos de nuestros propios sufrimientos.

Podemos hacer con nuestras manos un ángel guardián, blanco como la esperanza, como la pureza de nuestros niños, fuerte como nuestra gente, valiente como todos los que quedamos después de esta guerra y seguimos luchando, amoroso como las madres que pese al dolor de perder a sus esposos, siguieron amando y peleando por sus hijos, un ser acogedor y protector.

Un ángel (aunque sabes que no creo en los ángeles), que nos represente a todos, que pueda ser a la vez el esposo, el hijo, la madre desaparecida, que pueda ser todos y cada uno de los que se fueron, poder verlo a los ojos y reconocerte en ellos, tocar su mano y sentir que tú eres parte de los elementos que lo componen, hablarle de vez en cuando, sobre todo en esos momentos, como este, en que te hecho tanto de menos.

Pero, lo sé, este sueño es casi tan loco como aquel en el que despierto y tú estas a mi lado… será?
***¿que habrá pasado con todas las historias post guerra interna que se recogieron? ¿serán ahora solo una parte mas del silencio? ¿o solo unas letras mas que casi todo el mundo pretende orlvidar?, esta es solo una historia, ficticia, perdida en el tiempo y buscando un resquicio para salir volando... encontró la dulce oportunidad de asomarse en esta estacion perdida... gracias por el espacio =) ***

2 comentarios:

Sebastian dijo...

WoW! Gracias a ti, por compartir con nosotros!
Welcome!

:')

Sia sia dijo...

Todo ese dolor no ha sido ni será nunca en vano...construimos, poco a poco,ese ángel guardián que reclamas para que sea fuerte como nosotros, nos construimos a nosotros mismos siempre y, de hecho,somos mejores, para dejar a nuestros niños protegidos con el ángel guardián a sus costados!