Música, canciones, y alaridos

Nunca he pensado que tengo una buena voz... es más, creo que tengo una voz espeluznante y compadezco a aquellos que tienen que escucharme hablar, todas las veces que oigo como suena mi voz grabada simplemente tiemblo de pensar que así es como me oye el mundo...

A pesar de eso, me he sorprendido a mi mismo en lo que se llamaría un cantar sin querer queriendo; yup, estoy cantando, estoy moldeando todas las sensaciones metidas en lo más profundo de mi tripa y las estoy convirtiendo en alaridos que despertarían hasta al vecino más sordo. Pero al final, lo interesante es que ha sido como una revelación, darme cuenta que prefiero hacer canciones y letras bonitas, quien sabe, quizá alguna vez me anime a colgar alguna.

Las últimas 24 horas han sido un tanto extrañas, y a decir verdad este es el primer fin de semana que no me siento medio depre, medio alertargado; y a pesar que no he dormido casi nada, ha sido divertido encontrarme en un remolino de actividades durante todo este tiempo; hoy terminamos el boceto de una canción, terminé bebiendo cervezas en el restaurante de la esquina desayunando lomito al jugo... interesante todo, como para variar el escenario.

Definitivamente recomendable, ir a desayunar después de una noche añeja de recuerdos con los amigos; y también, terminar de escribir canciones de cuando acaba el verano y de lo lindas que son las chicas y sus bronceados.

No hay comentarios: