Caballerias y damiseladas

Si yo hubiera tenido el coraje de no dejar que la vida pase así sin más, si hubiera hecho frente incluso a tus propios miedos; los días no serían tan grices como hoy. Porqué qué clase de caballero se deja matar a la primera estocada profunda.

Si tu hubieras llegado a pedir por mi otra vez, qué diferente serían las tardes; qué clase de dama se reusa a dejar caer sus dorados cabellos por el balcón, por miedo a que uno pueda lograr trepar a la torre más alta.

Qué clase de historia escribimos, refugiándonos en egoistas presunciones; qué clase de era dejamos detrás de nosotros, y un amor cobarde que no escaló torres ni mató dragones.


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