Parado frente a la vitrina de la librería "La Familia" en Miraflores, enciendo el cigarrillo viendo el libro de Murakami.
"Me encantaría tener más tiempo para leer" es lo único que pasa por mi cabeza mientras veo la portada de un libro que se me antoja delicioso...
Como van los tiempos, hace tan sólo algunos años no se me pasaba ese tipo de pensamientos en off, porque en realidad me sobraba tiempo libre; y aún así no leía tanto como ahora.
Creo que es también porque redescubrí lo apasionante que podía llegar a ser leer novelas, leer por placer, perderse en líneas y simplemente dejar que las figuras vayan tomando forma en ese lugar intra cerebral tan abstracto. Porque encontré en los libros el espacio para escapar, del tráfico de los micros, de la putada de quedarse solo, de una mente cansada después de leer la guía de manejo de asma. De la realidad.
Tantas veces he imaginado volver, con lo que sé hoy, a mi cuerpo ese inmaduro de los 15 años o menos. Cuanto tiempo habría de aprovechar, simplemente con un cambio de conciencia. Claro que ésta idea lejos de ser un sueño de aquellos geniales, es más como una tortura... Qué diré de acá a unos años con respecto a lo que pienso ahora?
No hay comentarios:
Publicar un comentario