Suicida

Admiro a los suicidas. Admiro su lucidez corajuda para no aceptar caer en manos del enemigo, como fue el caso de Allende, o para no seguir oyendo la gotera de los meses y el estruendo de los que no tenían nada que decir. La muerte es la que edita y da sentido a una vida que parece no haberlo tenido. Es el punto final de una peripecia humana plagada de mediocres puntos y comas y exasperantes puntos suspensivos. Es huida desmesurada pero tambien control de la situación y jefatura de uno mismo. Es la paz de Varsovia de alguien solo. Alguien que todo lo intento y que ahora decide no seguir en el juego bajo las reglas de unas mayorias hechas para desacreditar la existencia. Cuando la decrepitud me mire por la ventana y me sonria sin dientes espero tener el valor de decirle no a la carne que pugna, al corazon que quiere seguir siendo, a la materia, que clama durar a toda costa...

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