Inanimado


Nunca antes me había sentido tan solo, como un bebe dejado a su suerte en algún parque, sentado sobre una piedra que fungía de banquita en medio de una calle solitaria hasta las 11 de la noche; notando como el asfalto se humedecía al roce de pequeñas gotas; me sentía parte de esa calle solitaria, cual objeto inanimado y aun así testigo de breves historias de amantes nocturnos, cogidos de la mano buscando mutuamente abrigarse el uno al otro… los envidio.

Ella no llega, ya son mas de las 11 y estoy solo. No puedo recordar en que espacio deje mi conciencia, a lo mejor se la llevo ella, en su mínimo espacio que es para mi, si solo pudiera escuchar su voz (si solo contestara mis llamadas), si solo supiera donde ir para encontrarla vendería mis manos para llegar hasta ella, para revolotear su cabeza mientras se va quedando dormida sobre mi regazo, y jugar a que nos amamos, aun así no fuera correspondido ( ¿lo seré?).

Voy camino, hecho una nada, a casa para cobijarme de la mantita de polar que compre para abrigarnos, me envuelvo sin dejar ningún espacio cerrando los ojos sin dormir, hasta que el cansancio me arrulle y lograr la desconexión que me mantenga en paz; al menos hasta el día siguiente. (no continuara… ¿o si?.

* para aumentar "el no se que" escuchen esta cación

2 comentarios:

Sebastian dijo...

terrible aquello de vender tus manos...

quizá si ella lo viera, o lo ve pero no puede entenderlo... y entonces qué?

...

Anónimo dijo...

creo que el amor nos libera, nos fortalece, nos hace sonreir y ser felices si eso no ocurre eso no es amor simplemente una gran desilusion