Venezia

Algo tarde... mucho más grande, inmenso, que se escapa dando saltos de mis manos...

Venezia es caminar entre colores desgastados que no pierden su belleza, que se alimentan de la humedad del verde moviéndose entre sus pies.

Venezia son bomberos que van al agua por el agua.

Es detenerse en cada esquina porque cientos de ojitos de vidrio están atentos esperando una mirada, para regalarle un cuento.

Es perderse por un “Caminito” acuático y desear que tu ciudad supiera jugar tan bien con los colores.

Venezia fue niebla de mañana y luna llena y roja de noche.

Es un encuentro feliz entre dos mujeres en medio de una plaza llena de niños.

Venezia son sus góndolas, tanto en mis fotos como en el gesto seductor de sus gondoleros.

Es cruzar un puente y llegar a un “campo” con un pozo infinito en el centro. Y cada campo lleva a una iglesia pequeñita, y luego a otro puente.

Venezia es toparse a cada minuto con personas que estudian un mapa, porque es fácil perderse y divertido hacer equilibrio con la sábana de flechitas y marquitas que regalan en cada hostal.

Y cuando dos llegan a un callejón sin salida o a un canal solitario, se dan un beso, sonríen, dan la vuelta y echan a andar.

Venezia sin ti son ganas de Venezia contigo.

1 comentario:

Sia sia dijo...

Venezia es todo eso que dices!Y sabes lo que dices es muy bello... Pienso que mucha gente especial en el mundo debería concer Venzia...es un regalo envuelto en agua y en música marina!!