dibuja

dibuja con el sudor de tus manos sobre mi espalda
las calles de los pueblos que has andado
para acompañarte hoy, lo que no hemos caminado

regrésame por los canales de venezia,
para darte el beso de la vuelta de la esquina
ese que no pude darte, por cuestión de geografía.

subamos mezquitas, visitemos Toledo
hagámos de esta la cruzada más santa
y regresa,
viviendo mientras cuentas
viviendo mientras te oigo...

escríbeme de nosotros,
de las burbujas que saben mejor cuando
al final encuentro tu boca,
de ser felices
de vivir porque simplemente provoca

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quizás en otro tiempo pude tenerte sólo al cruzar un puente, al encontrar un color que atraía mi mirada. Era mi idea de ti, eras mi fantasmita.
Ahora me pides todo lo que sin querer te estuve dando y nos separan menos agua y más realidad, tan franqueables que tiemblo al pensar que tu mano se puede volver caricia.
Y mientras no me ves pero te siento, quiero creer que siempre te acompaña
mi beso
a la vuelta de cualquier esquina.