Calla

Estoy cansado.

Calla.
Escucha.
Y escucha bien.

Porque quizá sea esta la última vez que puedo hablarte de forma tan... civilizada.
Fuiste tú quien firmó la sentencia que destierra fuera de mi persona cualquier tipo de sentimiento, amor o locura que yo pudiera alguna vez sentir por ti, yo soy quien ejecuta la orden de tu mandato.

"if you want me to fuck off, im your man"

Soy el propio verdugo, con todo el derecho, de cortarle las alas al Ícaro de nuestros sueños; de lanzarle piedras a nuestra señora de la Esperanza. De quemar retazo a retazo hasta la última hoja de nuestra biografía conjunta.

Y tengo, sobre todas las cosas, el derecho al olvido.

No llames, no escribas.
Solo calla y desaparece.

1 comentario:

elena clásica dijo...

Esto si es un exorcismo de lo demonios urbanos y de los orgánicos.

Bienvenido sea si se ha de llevar el mal. Me ha gustado el final tajante: así son las cosas.

El verdugo solo aplica una sentencia que ya ha sido dictada, quizás de la inconsciencia.

Lo dijo John Donne:

"nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti."


Me ha gustado el tono, Sebastián querido, a veces uno roza la sabiduría cuando piensa que está más alejado de ella. Me gustan tu arrebato y tu pasión y te felicito por ellos. Cuánto me ha gustado tu declaración, pura dignidad.

Un gran abrazo, querido amigo.