a que te equivoques
a tus dedos inconcientes
que manden algún SOS de soledad
el celular sonando en un rincón
Tantas veces me equivoqué
dije sin pensar y pensé sin decir
y es que cada vez, cada maldita vez
es como si cada fibra de mi
hablara, aún sin oir lo que quiero decir
No nos podemos equivocar
porque no hay equivocación sin no hay intención
porque nada sale mal si no se hace nada
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