He llegado a creer que a veces, uno tiene que darse cuenta que no hay respuesta, porque tampoco debería haber una pregunta; y que incluso si la hubiera, no cambiaría el estado de las cosas. Muero por pedir auxilio, por gritar, por entender lo que me ha sucedido; y al mismo tiempo, voy comprendiendo, no todas las preguntas deben ser contestadas, entender todo no significa que vaya a girar mejor el mundo, mi universo.
Ya no puedo creer en respuestas absolutas, y menos, cuando de personas se trata; y entenderme a mi mismo es suficiente problema... algo egoista quizá, pero al fin y al cabo tampoco hay con quién compartir lo que voy descubriendo.
Todo va mejor, y como dice esa canción
Ahora sólo muero los domigos, pero los lunes ya me siento bien.
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