Y sin importar qué,
te busco

En lo más profundo de mi, sé que te encuentras
te busco

Aunque no iré a encontrarte jamás,

aunque no vayas a regresar

y qué más da.

Si nada va, no más.
nada más.

Lo peor de este mundo
es un hombre sin esperanza,
por todo lo que puede hacerse ahí
en la oscuridad
ni siquiera besarte por besarte,
ni quererte por querer hacerlo.

y va, ya va, sale de mi todo esto.
no lo extrañaremos, nunca más.
porque ya no somos dos, ni uno, ni medio.
simplemente dejamos de serlo.

si no me extrañas, entonces no va. no, no más.

1 comentario:

elena clásica dijo...

"El amor que alumbra
ni se crea ni se destruye
confluye con la lumbre
para siempre,
dejando un agujero negro
en la memoria
una cicatriz
en el costado"

Qué hermoso lo dices tú:
"ya no somos dos, ni uno, ni medio,
simplemente dejamos de serlo".

Por más que te resistas a creerlo,
las experiencias intensas influyen en todas las personas, ninguna se puede resistir a esta ley, pues todos somos cambiantes como el río aquel del que hablaba Parménides.

Y tú la has transformado.

Besazos.