Y con el viento te vas,
tan ligera como la brisa que pasa, te vas, otra vez

y para qué mas?
si suficiente tuvimos de los dos de otro invierno,
al menos yo,

queda ahora, lo que siempre queda
seguir en silencio
reprimir los te quiero.

1 comentario:

elena clásica dijo...

La imagen etérea vuela y el silencio se impone, sin duda el dolor golpea.
Qué terrible y sufriente.
Sufrir el anhelo de las siluuetas desvanecidas es un privilegio reservado a muy pocos, y son poetas:
¡recuérdalo!
Un abrazo.