siempre creí que yo era hombre de ninguna parte,
el pueblo donde nací quedó al otro lado de un camino que habré recorrido cientos de veces
y ahora no es más que un lugar turístico que he de visitar de cuando en cuando.

yo que siempre miré las escenas de lejos,
espectador constante, llenaba mi copa con melancolía agena
foráneo
mi soledad y la soledad de ésta.

hombre de ninguna parte,
violín triste en la tarde

No hay comentarios: