carta de despedida numero 20

Las cartas estaban echadas, supe en ese momento que cualquier posibilidad de vuelta atrás ya había sido borrada por el pasar del tiempo. Sin intención o con muchas intenciones, nada se podía hacer más que seguir el rompecabezas que dejaste tras de ti de mi, y continuar remendando grietas de alma solitaria.

Existe una diferencia enorme entre saber algo y creer algo, entre soñar con que algo suceda y pretender que así sea. Podré querer que las cosas fuesen diferentes, podré soñar con que así es, pero supongo que ahí quedará el supuesto café que algún día iríamos a tomar, porque no hay tiempo si uno no lo inventa, y el cansancio puede más que las ganas de esperar. Jamás podré culparte de nada, y sé que tampoco hice mal; como alguna vez lo dije "suficientemente justo"

No hay comentarios: