corro a casa a escribir aquí, a escribir mi travesura esperando que no hayan habido demasiados errores ortográficos en la escritura; si debo ser sincero, a la segunda línea ya me temblaban las rodillas y si he logrado terminar de llevar a cabo mi plan maléfico es porque siempre se puede contar con el "booster" de la nicotina, esa última bocanada que termina por suprimir la sensación de vacío y deja que uno continúe con lo planeado.
que ha sido demasiado tentador esto de verte ahí, sentada, escribiendo. Ha sido irresistible inventarle una historia a tus letras con fuerza. Qué se yo, ha sido divertido no crees?
Hay tantas alternativas posibles, y como siempre, me encuentro otra vez escribiéndole a alguien sin nombre, sin rostro que me dure más de un tiempo en la memoria frágil que pierde todo tipo de cosas, en especial la mía, que si no he perdido la cabeza es porque la tengo pegada al cuello.
Irónico no? porqué hablar con extraños es siempre tan difícil? cuando deberíamos ser todos más accesibles a los demás... a veces me gustaría creer que se puede vivir en un lugar donde nunca el miedo a acercarse sea más fuerte que el beneficio de una posible sonrisa.
Porque en realidad me gustaría saber qué estabas escribiendo...
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