II

Te quiero en silencio,
me hago invisible como el viento
pero te sigo queriendo
me hago lejano
horizonte
y te quiero desde donde no puedes verme

Me contagio de madrugada,
y de su virulento andar melancólico por las palabras
y te diría
que voy calando en mi carne
para que puedas calzar exacta
y tallo mis huesos
para tus huesos
mi pecho para tu mejilla
para cuando quieras un abrazo

Luego,
me siento,
espero tranquilo
bebo café en cientos de lugares distintos
me sumergo en aromas que voy redescubriendo
desespero a veces
me encuentro
me pierdo
Luego,
te hallo
ansío tu boca
me acerco
con cautela como cando se acecha
me alejo
cuando tus labios responden lento
te espero.

Hay todo el tiempo

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