Te invité a tomar un café y aceptaste con cierta duda...clásico panorama cuando la importancia es un privilegio, invitaciòn llena de intereses y antónimos.
El encuentro se demora por mi culpa...la impuntualidad y la causa de ella es de total conocimiento del primero que lea esto y sienta ser partícipe de ella, pero para aclarar un poco: fuma, toma café, toma pastillas para no soñar, tiene un pasaje para ir de ida y vuelta al sol o a la luna (minúsculo dilema), sus pasos dejan mis huellas en su andar y no reza siempre mi celestial supay.
Un saludo fresco inaugural...como cuando empieza el día sin resaca
Atrincherados cada quien en su locación, vamos preparando el armamento...una ley de vida, si no vas a disparar, no enseñes el arma.
Hicimos el pedido, café, sólo café y dos suspiros...vaya que pedido
Una humareda de cigarro viaja de mi boca hasta tu lánguido rostro...imperceptible sensación de trasladar mis huellas hasta tus mejillas.
Un asiento antiestético soporta el peso de tu cuerpo...una finalidad dotada de imaginación de verte sentada en mi regazo.
Una mirada con apariencia perdida se concentra en tus pupilas...un minúsculo capricho de conocer mis errores desde el ángulo fiscalizador de tus ojos.
Un ademán de serenidad fluye en nuestras ideas contrarias...conversación vestida de veracidad y confianza, pareciera un adinerado falseando su situación para exigir migajas.
Sonrisas desubicadas se encuentran a destiempo...manifestación clara que no hay mucho consenso en el temario jocoso.
La música ubicada al final de la cola de los marginados sentimentales...claro escenario de un mutuo interés, sin fondo melodramático, buen camino.
Personas que van y vienen, se sientan, se pierden, pagan y desaparecen...Tranquilidad total y fuera de peligro, aún no estamos en la etapa de ser los únicos en el mundo.
Espacio de tiempo sin pensar en la conjunción finalista, tú, yo, sumado a las sábanas y almohadas..significa que no busco el tesoro perdido, sino el mapa enmarañado de trampas.
El café ya no sabe a cursilería , el aroma tiene cierta sensación de interés pero se pierde muy rápido junto con el humo del cigarro...siendo fiel al previo desenlace sin acelerar el destino.
Los celulares no despertaron, ni pidieron atención, parece que el destino levantó la mano y nos exhortó a participar en nuestro diálogo...no hay explicación clara pero creo que a veces en el azar la certeza se aleja sin aclarar nuestro problema.
Empezó todo con un sorbo de café, terminó con el sonido de una taza que es dejada con delicadeza en el plato y una colilla amorfa en el cenicero...no hay culpables ni inocentes, somos dos ex convictos tratando de planear un secuestro, luego de obtener el motín y repartirlo por igual, soltamos al desdichado, deshacemos la banda sin queja alguna y si uno de nosotros sale herido en en la ejecución del plan, es responsabilidad propia sin oportunidad de pedir explicación futura sobre la existencia de la mala suerte.
Nos levantamos de la mesa con cierta fijación en la propina que era del clan de los múltiplos de dos...se había dado un acuerdo sin firmar nada y mucho menos fuera de todos los aplausos protocolares.
Nos salteamos la caminata y el viaje hasta tu casa y en tu puerta la despedida olía a tracción acompañada de la misma humareda y nos sabía a una taza de café con tres de azúcar...confía y confíen en mí , es verdad.
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