En resumen

¿cómo empezar el final de algo?



Las cosas han cambiado tanto en los últimos dos años, que además han ocurrido de manera vertiginosa y la vida ha sido todo excepto lo que podría haber esperado.



Encontré a una persona a quien podría llamar valiosa para mi, sin comprenderlo del todo también la perdí; intenté pie tras pie de continuar con un camino entre niebla que no terminaba de aclararse. Conocí el cansancio, el hastío. La desesperanza en mis ratos más oscuros, los besos vacíos que llegan servidos con el desayuno de la resaca, las promesas que se hace uno mismo.



Aprendí que amo mi carrera por las razones correctas, y que la odio también por las razones correctas; aprendí de la gente, de sus vidas, dolor, sufrimiento. Aprendí a salir de la cama incluso en aquellas mañanas donde nada parece tener mucho sentido.

Empezar algo al final del año, intentar recuperar el balance como a la mitad de una caída.

1 comentario:

elena clásica dijo...

Esa es la desazón terrible, no llegar a comprender determinados sucesos que nos ocurren.
Y esa es precisamente la historia de la vida: el aprendizaje, y digamos que no está exento de dolor. No, nunca.
Un abrazo.