Grita, muerde, patalea, deja que la sangre lluegue a la temperatura de la ebullición. Escúpelo todo fuera. Ahora ya es momento de recordar que todos llevamos un demonio dentro.
Permítete un toque de humanidad, ya sabes lo que conlleva.
Me duele tu sufrimiento, ya lo sabes, no te permitas ser cruel contigo mismo.
Para ti las "Elegías de Duino" de Rainer Maria Rilke:
"¿Quién, si yo gritara, me escucharía entre las órdenes angélicas? Y aun si de repente algún ángel me apretara contra su corazón, me suprimiría su existencia más fuerte. Pues la belleza no es nada sino el principio de lo terrible, lo que somos apenas capaces de soportar, lo que sólo admiramos porque serenamente desdeña destrozarnos. Todo ángel es terrible."
Querido Sebastián, destilas dignidad y yo tengo la suerte de haberte conocido. ¿Acaso no es cierto eso?
1 comentario:
Grita, muerde, patalea, deja que la sangre lluegue a la temperatura de la ebullición. Escúpelo todo fuera. Ahora ya es momento de recordar que todos llevamos un demonio dentro.
Permítete un toque de humanidad, ya sabes lo que conlleva.
Me duele tu sufrimiento, ya lo sabes, no te permitas ser cruel contigo mismo.
Para ti las "Elegías de Duino" de Rainer Maria Rilke:
"¿Quién, si yo gritara, me escucharía entre las órdenes
angélicas? Y aun si de repente algún ángel
me apretara contra su corazón, me suprimiría
su existencia más fuerte. Pues la belleza no es nada
sino el principio de lo terrible, lo que somos apenas capaces
de soportar, lo que sólo admiramos porque serenamente
desdeña destrozarnos. Todo ángel es terrible."
Querido Sebastián, destilas dignidad y yo tengo la suerte de haberte conocido. ¿Acaso no es cierto eso?
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