Un año difícil, un año para recordar.

Hace tanto que no escribo por aquí, y es que ha sido un año en el que las palabras han tenído que fluir más en forma de voz que en letras. Muchísimas cosas, que no sé siquiera si estoy listo para escribir. Pero he encontrado una canción, que me ha llevado a aquellos días en los que empecé a escribir, que ha sido inevitable pensar en hacerlo.

Este era el supuesto último año de mi carrera, terminaría este año sintiéndome por fin un médico, uno con posibilidad de ser bueno; al menos eso me gustaría pensar. Este año empezó el primer tercio con el encuentro del amor, con saber lo mucho que me había dolido perderlo, con lo tanto que me encantó recuperarlo, con nuevos miedos y nueva esperanza.

Luego mi madre cayó enferma.

Se me hace un remolino intentar explicar todo lo que he vivido en estos meses; se me hace inenteligible incluso al día de hoy, no puedo terminar de procesar todo lo que ha ocurrido. Es como si hubiera vivido en un periodo tan corto de tiempo, lo que hubiera tenido que vivir en muchos años. Y la letargia ha ganado muchísimas batallas, y las sábanas se han hecho tan pesadas; pero ahí vamos, remontando.

Cuando hace algún tiempo puse como firma del mail "la vida es eso que sucede mientras uno hace otros planes" jamás pensé que el sentido del humor irreverente que me hacía colocar dicha frase terminaría por convertirse en una cruda realidad, y ahora sólo intento recuperar a fuerza de costumbre este espacio virtual.

Todo está mejor, en cierta medida, ya sólo pesa la cronicidad.

2 comentarios:

elena clásica dijo...

Y yo sabía que me faltaba algo y eran tus palabras.
Querido Sebastián, has pasado una etapa intensa, con sentimientos profundos, amores, y a la vez con amarguras, sinsabores, sufrimientos.
Decía Serrat que "de vez en cuando la vida nos besa en la boca", es cierto, parece que nos señala con el dedo y nos zarandea a su antojo, subimos y bajamos en las olas de los días como pobres seres a expensas de los elementos.

Tanto se puede vivir en tan poco tiempo... Afortunadamente, parece que las aguas van volviendo a su cauce.

Nunca pierdas la perspectiva más importante, la que te da sentido: tu amor por la medicina, tu profunda empatía por los demás. Siempre agárrate a lo mejor de ti, como a una tabla de salvación.
Espero que tu madre esté del todo recuperada.

Sebastián, te echaba de menos. Te envío un gran abrazo, sabes que de todo corazón.

Lust dijo...

No puedo leer ahorita porque debo estudiar pero me gustaba tokio hotel hace 4 años, ya no XD